Unidos y Organizados y/o el PJ- Lo nuevo y lo viejo

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Osvaldo Drozd

En el 2003 se inició una “revolución desde arriba”. De esa forma caracterizaba el desaparecido sociólogo Julio Godio al proceso que se abría con la llegada de Néstor Kirchner a la Rosada. Una revolución desde arriba implica que un grupo reducido de dirigentes políticos utilizando como herramienta al Estado, son capaces de torcer cierto rumbo anterior a favor de los sectores populares. En esta acción poco vale la fuerza política a la cual perteneciera Néstor Kirchner, ya que esto se iba a producir con el beneplácito de esa fuerza y a pesar de ella. Para llamarla por su nombre y apellido: Partido Justicialista, la misma que le había servido a Menem, para consolidar la entrega y la dependencia, y a Duhalde para reemplazar a De la Rúa.

Lo que se hace desde arriba tiene un límite, si eso mismo no se plasma abajo en una nueva fuerza social, que a partir de la decisión voluntaria y conciente, sea capaz de movilizar a las masas populares en la dirección de profundizar un verdadero proyecto emancipador.

La conformación hoy del espacio político llamado Unidos y Organizados puede ser una opción, siempre y en tanto pueda alinear y hegemonizar esa otra estructura partidario corporativa llamada PJ. En la teoría de la estrategia, es decir la esbozada por Clausewitz, la organización que se construye para una tarea determinada, nunca es válida para otras. Un sindicato o un centro de fomento si quieren hacer política, debieran trastocar su estructura, ya que su función está determinada para otros fines.

En la crisis de representación que se produjo en la Argentina de 2001, el “Que se vayan todos” les fue dicho a todas las burocracias políticas, y la permanencia de dicha crisis es mucho más que evidente en la imposibilidad manifiesta del arco opositor, pero no deja de afectar al PJ, que nunca pudo dar indicio de poder aglutinar a toda esa masa crítica que simpatizando con el kirchnerismo, prefiere otras opciones, como son las nuevas organizaciones políticas provenientes de los movimientos sociales, y que son la base principal de Unidos y Organizados.

El desarrollo de una nueva fuerza política y social capaz de interpretar mucho mejor esta coyuntura se va a producir con la resistencia de lo viejo. Que no quepa la menor duda.

 

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