Movimientos populares, organizaciones estudiantiles, nuevas agrupaciones sindicales clasistas, medios comunitarios, grupos culturales, nos fuimos identificando en estos años con el nombre de izquierda independiente, generalmente haciendo referencia a esa izquierda heredera del 2001, de la rebelión popular que cuestionó la representación de los gobiernos neoliberales y que se propuso nuevas formas de representación política y de auto-actividad, poniendo la centralidad en la participación popular y directa en la toma de decisiones y la prefiguración aquí y ahora de la sociedad que queremos.