El gobierno sigue teniendo la iniciativa, a pesar de que el poder de los medios concentrados propicia el peor panorama político y económico. Lo paradójico del asunto es que la modalidad difusora que implementan, logra permear la mirada cotidiana del vecino común y corriente que, ajeno a la cotización del dólar, las compras en Internet, o los viajes al exterior, cree vivir en el peor de los mundos. La recuperación del servicio de trenes y el programa “Progresar”, dos puntas de un proceso político que reafirma el poder del estado.