Sus detractores por estas horas abundan en tiempos televisivos, minutos radiales o centímetros gráficos. Hacer leña del árbol caído, es lo más fácil. Rematar al oponente político en el momento de debilidad, si es que la tuviera, lo más sádico. Y sí…, ahora que Guillermo Moreno renunció no faltan quienes quieren sacar boleto para pasarle facturas. Sobre todo aquellos sectores vinculados a los grupos económicos, sectores financieros o segmentos empresariales que vieron en la figura del Secretario de Comercio al enemigo público número uno.