Sofía Troncosa o las historias mínimas de los primeros veraneantes

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Historias mínimas, o la de la gente común y corriente, que opta por pasar el verano en la Argentina. Eligen lugares por tradición, o quizás porque parte de sus vidas quedaron ancladas en algún sitio del que hicieron un lugar en el mundo. Es el caso de Sofía Troncosa, que desde hace sesenta años veranea en San Bernardo, Partido de la Costa, un sitio que vio crecer y desarrollares en tiempos en que la apuesta empresarial estaba dirigida a promover fuertemente el turismo local. Pautas culturales orientadas a fijar como punto de referencia un lugar para que las generaciones futuras hicieran de esos espacios de recreación el lugar de las tradiciones familiares. Familias enteras, que en tiempos del estado de bienestar, lograron acceder a los sitios de veraneo que en sus orígenes solo accedían las elites del poder económico. Así es la breve historia de Sofía, que nuestra compañera de trabajo, Yamila Lofvall, rescata entre el gentío que a pesar de los años no reniega de sus lugares y tradiciones, independientemente de que muchos de sus compañeros ya no están.

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Sofia Edelira Elena Rosas de Troncosa, una de las primeras veraneantes de San Bernardo.

Por Yanina Lofvall

Historias mínimas, o la de la gente común y corriente, que opta por pasar el verano en la Argentina. Eligen lugares por tradición, o quizás porque parte de sus vidas quedaron ancladas en algún sitio del que hicieron un lugar en el mundo. Es el caso de Sofía Troncosa, que desde hace sesenta años veranea en San Bernardo, Partido de la Costa, un sitio que vio crecer y desarrollares en tiempos en que la apuesta empresarial estaba dirigida a promover fuertemente el turismo local. Pautas culturales orientadas a fijar como punto de referencia un lugar para que las generaciones futuras hicieran de esos espacios de recreación el lugar de las tradiciones familiares. Familias enteras, que en tiempos del estado de bienestar, lograron acceder a los sitios de veraneo que en sus orígenes solo accedían las elites del poder económico. Así es la breve historia de Sofía, que nuestra compañera de trabajo, Yamila Lofvall, rescata entre el gentío que a pesar de los años no reniega de sus lugares y tradiciones, independientemente de que muchos de sus compañeros ya no están.

Sofia Edelira Elena Rosas de Troncosa, conocida como “Kity” tiene 82 años y todos los días las costas de San Bernardo la ve llegar a la playa, con su malla y su sombrero  para disfrutar del sol.

Desde hace sesenta años ella elige veranear en el partido de La Costa, hace cuarenta que pasa todas las temporadas de verano  en San Bernardo.

“Kity” recordó para El Tranvía  sus cuarenta años de costa, aunque vive en Villa Luzuriaga, siempre eligieron con su esposo  estas playas para pasar el tiempo de verano.

Aún hoy sigue viendo igual las playas de La Costa, con un “ambiente muy familiar, tranquilas”, aunque en aquellas épocas podían recolectar gran cantidad de almejas de las que salían grandes escabeches.

El ambiente familiar de aquellas épocas  llevó a 10 familias a encontrarse año tras  año en la ciudad balnearia, para organizar campeonatos de Tejo, de los que Sofía y su esposo Enrique eran campeones. “La playa se llenaba cuando el campeonato empezaba, esperábamos que baje la marea y competíamos por familia”

El campeonato tenía varios premios que las empresas del lugar donaban para la competencia. Así la campeona se ganó un viaje a Bariloche para cuatro personas.

El tiempo y con él los años fueron pasando,  Sofía perdió a su esposo y varias de las diez familias ya no están completas, pero La Costa los sigue convocando y así encontramos en un instante a tres miembros de distintas familias de este grupo legendario compartiendo la tarde.

Kity, hoy tiene 82 años, camina con dos bastones ya que tiene 3 operaciones de cadera, y superó la poliomielitis, pero aun así ella sigue eligiendo para sus veranos pasar las tardes caminando por la playa, tomando sol y disfrutando de las tardes familiares de la costa que convoca San Bernardo. “Este año solo voy a estar un mes” se lamenta mientras posa “con su sobrina del corazón” para El Tranvía.

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