Por Alejandro Santecchia *
Hay una verdad revelada, en la ciudad de La Plata y en la Provincia de Buenos Aires, en este momento, hay miles de personas consumiendo algún tipo de droga. Esto, no es nuevo, pero deja en evidencia un incremento en el consumo, una baja en la edad de inicio y una ausencia de políticas para aliviar esta situación.
La política pública es la acción de un gobierno para mejorar o resolver los problemas de la ciudadanía. Pero también, la política toma forma y dirección cuando se decide no hacer nada al respecto. Es decir, hay política pública cuando se hace algo, pero también cuando se decide no hacer nada.
El intendente Julio Garro y la gobernadora María Eugenia Vidal han decidido dejar a la deriva a miles de personas con problemas de adicciones, porque solo hablan de represión de la oferta, que es importante por supuesto, pero es solo una parte. No hablan de ninguna propuesta que atienda la dependencia (abstinencia y tolerancia) a alguna droga. Tampoco al uso o abuso, que en esos casos la situación seria mucho más incierta.
Adolescentes, jóvenes y adultos, en los distintos barrios de la ciudad exponen sus dificultades para decir NO al consumo de sustancias psicoactivas, dejando traslucir la ausencia de una red de contención familiar, estatal y privada de prevención y asistencia que permita reducir o evitar este flagelo.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC – 2018), relacionados con la producción y el consumo de drogas y las consecuencias que tienen para la salud, estableció indicadores mundiales, utilizables en cualquier región del mundo. El mismo establece que un 4,8 % de la población son consumidores y un 0,6% son personas con uso problemático de drogas, es decir hay una adicción presente.
Si utilizamos estos indicadores en la ciudad de La Plata habría 38.400 vecinos que consumirían algún tipo de droga y 4.800 personas con uso problemático, es decir, con la necesidad de contar con una cama para un tratamiento residencial. Si proyectamos estos mismos números para la Provincia de Buenos Aires, 816.000 bonaerenses tendrían contacto con algún tipo de droga y 102.000 personas con uso problemático. Pero lo cierto es que resulta distante y frio cuando estamos hablando de personas que sufren, que se alejan de sus familias, que abandonan la escuela, el trabajo y que en muchos caos caen en el delito. Es necesario poner rostro a cada una de las personas que sufren esta problemática, evaluar sus implicancias en el sistema socio-familiar, laboral, en el sistema de salud (morbilidad), y en el sistema de justicia (droga-delito)
Yo quiero dejar mi aporte, mi experiencia de tantos años de trabajo con personas privadas de la libertad y con problemas de drogadependencia.
El problema no es la droga, que es un objeto, sino el sujeto que decide consumirla.
Mi intención no es hacer un reduccionismo de un problema tan complejo, sino todo lo contrario. Para prevenir y/o asistir a personas con esta problemática será necesario poner en marcha todos los factores de protección posibles que atiendan su origen multicausal. Ahora bien, para poner en marcha programas y proyectos es necesario identificar los factores endógenos y exógenos que inciden en el origen del consumo.
Factores endógenos: disfuncionalidad familiar (familias monoparentales, distorsión de roles), ausencia de límites, problemas de conducta, abandono escolar, repitencia, ocio mal empleado, etc.
Factores exógenos: desempleo, oferta de drogas, ausencia de una red pública preventiva-asistencial
¿Cuál es la propuesta?
* Candidato a concejal por Consenso Federal y referente de la agrupación vecinalista «Ciudadanos»
(Publicado el 18/10/2019)