La Presidenta afirmó que «es imprescindible la unidad popular» para mantener la Democracia y pidió «decoro» a todos los poderes de la República

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(Sala de Prensa) Lo dijo al concluir un mensaje transmitido por la Cadena Nacional de Radiodifusión con el que se cerraron los festejos de la víspera del Día Internacional de los Derechos Humanos y la Democracia. Participaron de las celebraciones 800 mil personas en todo el país, de ellas 400 mil en esta Capital.

La Presidenta habló al promediar la mega fiesta popular que convocó, sólo en la ciudad de Buenos Aires, a más de 400 mil personas, en tanto sumados a quienes participaron de festejos realizados en otras provincias, llegaron a un total de 800 mil las personas que celebraron el 29 aniversario de la llegada de la democracia y el Día Internacional de los Derechos Humanos.

Cristina Kirchner habló por la cadena nacional durante 40 minutos, cuando ya la Plaza de Mayo estaba colmada de gente así como las adyacencias. La Fiesta Patria Popular había comenzado a las 15 con puestos a lo largo de Avenida de Mayo y las diagonales, recorridos por miles de personas.

Artistas de la talla de Charly García, Fito Páez, Teresa Parodi, Víctor Heredia, entre otros, y el grupo Choque Urbano, animaron la mega fiesta que fue iluminada con proyecciones sobre la Casa Rosada y decenas de fuegos de artificio.

Cristina Kirchner, en su mensaje que comenzó a las 21,  recordó la historia de lucha de los argentinos por la democracia y los derechos humanos y advirtió que primero se usaron los “fierros” de las armas para golpear a las democracias, pero luego se utilizaron “los fierros mediáticos” y hasta “los fierros judiciales” pero advirtió que desde que comenzó el gobierno de Néstor Kirchner “con 365 tapas (de diarios) en contra, fuimos creciendo porque no tuvimos miedo” ya que «mantenemos nuestras convicciones».

Dijo que así como se exige a la clase política “decoro” y defensa de la democracia y la ciudadanía, también debe hacerse el mismo reclamo “a los otros poderes de la Nación, para que respeten la voluntad popular y parlamentaria”.

“Cuando a algunos les fallan los fierros mediáticos, intentan utilizar los fierros judiciales”, afirmó, pero aseguró que «nosotros somos como la cigarra de María Elena Walsh, de esas que mataron mil veces y mil veces sobrevivieron”.

Advirtió que los enemigos de la democracia «no vienen por nuestro gobierno sino por los derechos conquistados» y pidió que «Dios nos libre de quienes tienen que dictar sentencias» y no lo hagan en defensa del pueblo y de la democracia.

Pidió «a Dios por un querido compañero que ayudó a la Argentina cuando nadie la ayudaba, pidamos a Dios que le devuelva la salud al querido presidente Hugo Chávez de la República Bolivariana de Venezuela» y le pidió a Dios “que me dé fuerzas y a todos que nos dé serenidad, templanza, confianza en nosotros mismos»

“»Es imprescindible la unidad popular» para mantener siempre viva la democracia, sostuvo Cristina.

Agradeció a la multitud que siguió su discurso desde la Plaza de Mayo y por la cadena nacional “que me permitan participar en esta verdadera movilización y fiesta popular de alegría y amor» y destacó que en el acto de hoy «no se escuchó una sola palabra de odio , agravio ni descalificación a nadie y sólo se escucha ‘viva la patria y viva el pueblo'».

La Presidenta pidió que todos los poderes de la República cumplan «con decoro sus obligaciones y respeten la voluntad popular y la del Congreso» y recordó cuando esos poderes apoyaban los golpes cívico militares. «Las Fuerzas Armadas fueron utilizadas por grupos minoritarios para después lavarse las manos», dijo.

“Las convicciones nos han hecho fuertes “, aseguró y prometió “llevar a buen puerto a esta Argentina que reconstruimos pedazo a pedazo que es atacado desde afuera por algunos Griesas y por algunos Griesas de adentro”.

Detalles

En un vibrante discurso que por momentos la dejaba disfónica, la Presidenta afirmó a la multitud que «fueron los derrocamientos y destituciones de Yrigoyen y Perón, lo que explica parte de lo que nos pasó». Dijo que fueron golpes militares «que la Corte Suprema declaró legítimos y legales iniciando la historia negra del país».

Explicó que tal vez esa destitución de Hipolito Yrigoyen marca y explica lo que pasó. Tal vez esta plaza llena de jóvenes no recuerde que fue derrocado por militares, que la Corte Suprema declaró legítimos y legales. Los golpes iniciaron la historia negra y no se recuerda a esos oscuros personajes que la inauguraron. Repetirían en 1955, y en marzo 1976. La noche más trágica de toda nuestra historia como nación.

A continuación contrastó que «estamos a 89 años y medio de la Ley Saénz Peña que universalizó el sufragio, a pesar de lo cual sólo un tercio de la historia se vivió en democracia. Lo contrastó con este gobierno, que vino a ampliar derechos, a garantizar que no hubiera impunidad, a reconstruir conquistas de los trabajadores, después del derrumbe del 2001.

«Allí se inició la etapa más negra de la historia argentina», sostuvo la Presidenta y remarcó que ahora «estamos en un gobierno que vino a restituir las conquistas populares» .

Asimismo aseguró que «es necesario que haya mayor independencia no sólo del poder político, sino del poder económico y de las corporaciones», al referirse a la Justicia.

Prosiguió que los argentinos «demandamos mayor democratización en los tres poderes del Estado», y se quejó de que existan «magistrados que dejan en libertad a personas que vuelven a delinquir y matar, por eso necesitamos una justicia que sirva al pueblo; que sea menos corporativa».

«Se nos exige a los funcionarios conducta y nosotros también exigimos independencia y respeto a la voluntad popular y del parlamento, porque si se pierde el respeto a la Cámara que respeta al pueblo, si no se respetan las leyes que emanan de allí, de qué democracia hablamos. Quiero una democracia comprometida, sin privilegios», completó.

Ante una multitud que colma plazas y avenidas, y 30 lugares en todo el país, «y a los 40 millones de argentinos», aseguró que «a pesar de recibir feroces ataques mediáticos pudimos gobernar, con 365 tapas de diario en contra pero con la convicción de que teníamos nuestro proyecto con la voluntad popular».

Puso de relieve en tal sentido que «las convicciones nos han hecho fuertes, nos permitieron crear millones de puestos de trabajo, nos permitieron que estas mujeres (por las Madres y las Abuelas) tengan justicia».

«Ellas son el ejemplo», dijo y agregó que «las ideas no se pueden defender con insultos. Cómo no vamos a esperar días y meses, si ellas esperaron años por justicia y verdad”.

Homenajeó a Néstor Kirchner embargada por la emoción, y recordó que lo había hecho en la Casa de Gobierno con Alfonsín honrándolo en vida.

Sobre el ex Presidente Kirchner, destacó que «con el 22 por ciento hizo cosas que nadie creería. Si dijera lo que pensaba a hacer no se lo hubieran creído. No se construye con palabras, sino con acciones, transformaciones».

Remarcó que «entregó la vida porque se negaba a descansar. Los primeros meses estaba enojada porque me había abandonado, pero él está presente en cada uno, en las banderas que levantan miles de jóvenes, de los artistas, de los latinoamericanos que lo recuerdan con cariño».

Rememoró que además de «descolgar cuadros, derogar las leyes de la impunidad y construir una nueva Corte, tuvo el coraje de enfrentar a un magistrado que iba a dolarizar y salir a
hablarle al pueblo y contarle lo que pasaba, porque creía en la voluntad popular: Y en el pueblo que nunca traiciona. Y después tuvimos una sola Corte.

Señaló que impulsó la renovación de ese poder que se cree privilegiado y tomó la decisión profunda, comprometida, de proponer un método para la selección de los magistrados. No llamó a ningún amigo o conocido y dio lugar a algún opositor. Fue el único que hizo eso, creo que es importante que valoricemos esa democracia y mayor democratización de los tres poderes. No sólo del político sino del económico de las corporaciones.

Añadió que la gente siente que hay bolsones, sectores que se siguen conduciendo con una lógica que no respeta la voluntad popular, y que no lo decía sólo por la ley de medios, sino que se refería a los jueces que dejan en libertad a los que violan, delinquen, matan, para que sientan sus responsabilidades, menos corporativas.

Se preguntó que sino se respeta al Parlamento, donde está representada la democracia, ni las leyes que emanan legalmente de allí, ¿de qué democracia hablamos?

Enfatizó que debe ser profunda y plena, comprometida y sin privilegios, y señaló a los sectores minoritarios (no los políticos y culturales), sino a los del poder económico, entre minoritario y concentrado, que se servía en una etapa de los militares. A ello atribuyó que haya habido sólo 29 años de democracia, y puso de relieve que eran golpes cívico-militares, lo cual aclaró no significaba exculpar a quienes cometieron atrocidades, pero dirigiéndose a las fuerzas armadas recomendó que tomen conciencia de cómo fueron usadas por grupos minoritarios que luego se lavaron las manos.

Finalmente, la Presidenta instó a no tener miedo a los poderes y destacó que «no les tuvimos miedo y que construir la democracia se hace todos los días. Los fierros mediáticos intentan construir fierros judiciales para tumbar gobiernos. Escuché decir por ahí: «Con cuatro fallos se cae el gobierno».

Y sostuvo que el pueblo debía tener la certeza de que somos como la cigarra, no como la de la fábula, la de María Elena Walsh, a la que matan y se levanta de sus propias cenizas, apoyados en nuestras convicciones, en nuestras realizaciones.

Resaltó que no insultamos ni agraviamos ni descalificamos, sino cantamos a la vida y el amor.

La mandataria subió al escenario central a las 20.40 y luego de saludar al público comenzó a entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino, ejecutado por el regimiento de Granaderos y el grupo el Choque Urbano.

 

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