La palabra cautiva sobre las consecuencias de la explosión en la Destilería YPF

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Si uno realiza un rastreo de antecedentes sobre hechos similares en otras petroleras, cuando lo han asumido, o se supo características y cantidades del combustible derramado, las indemnizaciones a la población resultan sumas millonarias.

maite_rico_elpaisYanina Lofvall

La explosión en YPF y el derrame de coque en Berisso, Ensenada y La Plata ocurrido el pasado 2 de abril, tienen graves consecuencias ambientales y  en la salud de la gente. Tema que debería ser tratado e informado abiertamente a la población. Pero se está haciendo imposible el acceso a la información, ni voceros ni encargados, de gobierno e YPF, ni organizaciones y comités que investigan tienen información concreta para brindar . ¿Qué características específicas tiene el coque derramado? ¿Qué cantidad fue derramada? ¿Cómo debió ser tratado en las casas? ¿Qué consecuencias puede traer a la salud de los platenses?

Me preocupan dos cosas. Una, las consecuencias que tiene el coque en la salud de la gente, ya que tiene componentes altamente  cancerígenos.  Y otra es la imposibilidad de acceder a la información.

Horacio Belaustegui, presidente de la Fundación Biosfera, biólogo y catedrático de la UNLP  es parte del Foro  de reconstrucción de La Plata que convocó el gobierno provincial y municipal. En diálogo con El Tranvía ratificó que sobre el tema de la explosión y la dispersión “no hubo ningún tipo de información ni de la empresa, ni del órgano del estado que se encarga del control. Estamos huérfanos de información. La empresa es la principal responsable y el OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible) es el organismo que tiene que dar información”

El catedrático nos explicaba que es necesario saber el contenido químico analítico para saber cómo tratar el coque  derramado. “Es una irresponsabilidad de los técnicos porque ellos saben perfectamente  lo que cayó y se dispersó en todas partes”

El presidente de la ONG  Medio Ambiente, de la región La Plata, Berisso y Ensenada,  Marcelo Martínez, en relación al contenido altamente cancerígeno del carbón de coque, en diálogo con El Tranvía informó que ellos vienen realizando como institución pedidos de auditorías ambientales con relación al incendio y sus consecuencias. “No hay estaciones fijas de monitoreo de calidad de aire que se viene reclamando hace más de 5 años,  las empresas  se auto controlan. Emiten vía online los resultados de calidad de aire al OPDS. Esos controles online no son confiables, primero porque hay intereses creados por el Estado y principalmente de Berisso y Ensenada. Lo decimos porque estas empresas auspician los espectáculos de aniversario de estas localidades. YPF por ejemplo subvencionó la creación plaza Belgrano, plaza Mariano Moreno, la plaza Almirante Brown. También hay  fondos de YPF y COPETRO para las  Fiestas de colectividades y otros eventos. En Berisso hay un silencio cómplice para con los controles”.

Según nos informó el Ingeniero Agustín Navarro, Profesor Titular de la Carrera Ingeniería Química de la UNLP están llevando a cabo un estudio en el Barrio Campamento de la ciudad de Ensenada junto con el CIMA (Centro de Investigaciones del Medio Ambiente) de la Facultad de Ciencias Exactas.  “Allí existe una planta de procesamiento de coque crudo que lo  transforma en coque calcinado. Esta operación genera emisión de  material particulado, en especial partículas PM10 (menor de 10  micrómetros) que es la fracción respirable por la población y material  sedimentable, partículas más grandes que se depositan en los techos,  hojas de árboles, etc. El efecto sobre la salud de la primera fracción  es un estudio que realizó la Facultad de Medicina. Como todo esto  forma parte de una causa judicial todos los informes están en el Juzgado correspondiente”. No obtuvimos más información de este catedrático y no hemos podido acceder a los informes que están en el Juzgado.

Hemos intentado por  otros medios y fuentes filtrar mayor información sobre lo ocurrido y entender cuáles son las consecuencias para la población, del coque derramado, pero el hermetismo llega a todos lados y hemos obtenido respuestas como “no puedo hablar de ese tema”. Si uno realiza un rastreo de antecedentes sobre hechos similares en otras petroleras, cuando lo han asumido, o se supo características y cantidades del combustible derramado,  las indemnizaciones a la población resultan sumas millonarias.

Nuevo Ambiente informa que “hasta la fecha no se ha obtenido información oficial sobre el pedido que se realizó ante las autoridades ambientales de nuestra Provincia, creemos necesario ampliar el pedido original en base a nuevos datos que pudimos averiguar en cuanto al mal funcionamiento o falta de inversión en algunos sectores de la Destilería.”

Apuntan a que se verifique el funcionamiento de la Planta de Tratamiento de efluentes, ya que la misma funciona desde aproximadamente el año 1997 y que a pesar que desde ese año hasta la fecha se han incorporado o construido otras plantas en Destilería para el procesamiento de los combustibles, la empresa siguió tratando los efluentes con la misma planta sin haberse invertido y ampliado la capacidad de tratamiento.

Según “datos obtenidos y que llegaron a nuestra organización  el mencionado proceso no estaría funcionando en forma correcta detectándose falencias en sus piletas que se encuentran llena de productos líquidos y sólidos por lo que disminuye su capacidad operativa y a la vez no soporta la descarga de pluviales ante lluvias”.

“La ampliación de la auditoría presentada también hace referencia a inspeccionar los vuelcos de efluentes en el canal Este de Berisso que es por donde las piletas de tratamiento están volcando y en donde es sumamente necesario e indispensable monitorear diariamente y que ese monitoreo lo debería realizar la autoridad ambiental provincial y no la misma empresa como se hace en la actualidad. Otro punto que no debe pasar por alto y que solicitamos a las autoridades provinciales, es la instrumentación de un plan de contingencia ante estos accidentes ambientales tecnológicos, ya que quedó evidenciado que no existe ninguno en la actualidad”.

Según Horacio Belaustegui  “los mecheros no deberían estar más en YPF, en otras destilerías se separa con membranas y no se ventean a la atmósfera. Cada vez los riesgos son mayores, necesitamos mayor información .Queremos que sea una industria responsable acorde al siglo XXI, en la Universidad hay expertos en Química, conocimiento no nos falta,  nos falta políticas empresariales, compromiso social para ponerlo en práctica. Debemos contribuir a preservar los recursos y destacar los recursos limpios para evitar los riesgos de salud. No estamos en contra de la industria, debe ser fuerte, vigorosa y responsable”

Pero al final de esta nota, aún sigue rondándome la primera consigna, la “palabra cautiva”, que nos deja “huérfanos de información”.  Seguimos sin saber los componentes del Coque derramado, las  cantidades derramadas, las consecuencias en la población. Sí, entendemos cada vez más, que el problema es mucho más grave que lo que pensábamos, y  que los intereses de distintos sectores  están priorizando otras cuestiones que no es la salud de los pobladores.

Me siguen preocupando dos temas, las consecuencias  en la salud de la población, y el hermetismo, parece que aún no hay resquicio en el que periodistas, catedráticos y ONG ambientales  puedan lograr que se filtre esta información tan necesaria y urgente para los habitantes de La Plata, Berisso y Ensenada.

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