De la Redacción
Hemos recibido en nuestra redacción, la invitación de Ricardo Luis Acebal y Eduardo Atilio Barneix a dar lectura a esta nueva publicación, “Identidad cultural”, cuyas temáticas están vinculadas a las distintas actividades culturales que se desarrollan a lo largo y ancho del país. En la misma los lectores podrán encontrar información sobre cine, radio, teatro, pintura, artesanías y peñas populares, información y reportajes, entre otras. La publicación, cuya dirección de página web es: http://www.identidad-cultural.com.ar/ ha sido pensada con un perfil orientado a propiciar las políticas culturales de carácter popular. Revista El Tranvía saluda y da la bienvenida a esta nueva publicación, que se suma al amplio espectro de medios de comunicación que vienen a atender una demanda pocas veces satisfecha en los medios de alcance nacional. A continuación la primera editorial firmada por Ricardo Luis Acebal y Eduardo Atilio Barneix
Por Ricardo Luis Acebal – Eduardo Atilio Barneix
¿QUE ES Y PARA QUE SIRVE LA IDENTIDAD NACIONAL?
«Es cierto que tenemos que sufrir escasez de dinero, paralización del comercio y agricultura, arrostrar trabajos y ser superiores a todo género de fatigas y privaciones; pero todo es menos que volver a uncir el yugo pesado e ignominioso de la esclavitud.»
José de San Martín (Mendoza, 31 de marzo de 1815)
Casi siempre quien no sabe de dónde viene termina no sabiendo hacia dónde tiene que ir. Los responsables de esta publicación estamos cansados de que nos digan que los argentinos (y demás hermanos de INDOLATINOAMÉRICA) no somos nada y que por lo tanto la única manera de poder lograr vivir mejor es «globalizarnos», o sea SOMETERNOS a los países que sí saben quiénes son, porque ellos sí tienen «cultura propia».
Hace muchos años ya que estamos permitiendo que nos confundan, diciéndonos por radio, televisión, prensa gráfica y TAMBIÉN EN LA ESCUELA (privada o pública):
1) Que no hablemos más nuestras lenguas originales (kechua, guaraní, mapuche, castellano…). La comida entregada en domicilio es «delivery», el almacén de ramos generales es «shopping» y podríamos seguir dando muchos ejemplos más.
2) Que no cantemos ni bailemos nuestra música y canciones (entre otras razones «porque son tristes»).
3) Que no celebremos más nuestras fiestas populares tradicionales (Carnaval, Pascua, cumpleaños y aniversarios familiares en nuestras casas, homenaje a nuestros símbolos nacionales y fechas históricas en el día que corresponda, sin importar si es viernes o lunes). A cambio de esas «antigüedades» celebremos la «noche de brujas» (halloween) hasta en las escuelas estatales…
4) Que es mejor la comida «de plástico», sintética y envasada al vacío y cocinada con microondas. ¿Qué es eso de andar comiendo guisos, locro, chipá o sopaipillas?
Hace demasiado tiempo que estamos permitiendo que nos cambien el alma con el pretexto de que con esa «adecuación a los nuevos tiempos» nos va a ir mejor en el «concierto mundial».
Hace muchos años que venimos aceptando mansamente que nos cambien la identidad, que nos convenzan de que la meta para todo ser humano que quiera progresar se materializa únicamente teniendo computadora, teléfono celular y toda clase de aparatos «digitales»…
…pero sin decirnos que son perfectamente compatibles las manifestaciones culturales propias con las tecnologías de última generación.
Hace ya demasiados años que venimos regalando la costumbre de respetar a nuestros viejos y reemplazando una forma de vivir basada en la SOLIDARIDAD, que nos hace interesarnos sinceramente por el problema del vecino…
¿A cambio de qué?
¿Acaso después de aceptar mansamente todos esos cambios a nuestra identidad TUVIMOS TRABAJO DIGNO, MEJOR JUSTICIA, MEJOR ATENCIÓN PARA NUESTRA SALUD? ¿TUVIMOS FUTURO?
Aunque las cosas estén complicadas el problema es más fácil de resolver que lo que parece. Empecemos mirando para adentro, bien para adentro de nosotros mismos.
«Identidad Cultural» arranca así. El camino que comenzamos a andar seguramente será largo y a veces angosto y desparejo, pero estamos seguros de que vale la pena haber empezado a caminarlo. Paulatinamente vamos a ir cubriendo todas las secciones previstas y, a lo mejor, agregando otras.
Todo aquél que abra esta página está invitado a acompañarnos en el andar.