La decisión de partir en dos el Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense estuvo marcada, como señalan la mayoría de los observadores, más por las urgencias de las elecciones que por un cambio de modelo en las políticas respecto de qué cosas tienen que cambiar en la policía, el ministerio público y la Justicia para que la provincia más grande del país pueda brindar mejores servicios a la comunidad.