Hoy El Tranvía cumple dos meses de existencia, y queremos agradecer a todos aquellos que nos visitan asiduamente, como a todos los que nos enviaron algunos de sus aportes para enriquecer nuestra publicación. Desde un inicio la pretensión es establecer una mirada crítica pero también plural acerca de la realidad, no sólo política sino también cultural de nuestra región, sin descolgarla ni escindirla, de lo que sucede a nivel nacional y continental.
En principio hacemos hincapié en que el colectivo que integramos es un grupo militante, un colectivo que considera que es necesario hoy más que nunca profundizar la construcción de un nuevo relato, entendiendo que para esto hay que producir un nuevo marco ideológico- político, y no solamente político a secas. Esto significa que pese a que durante algún tiempo, principalmente durante los noventa se impusiera la idea de que tanto la teoría como la filosofía eran malas palabras, y que pasaban a gozar de mala prensa, nosotros en este sentido nunca suscribimos a las ideas de la posmodernidad y mucho menos del Pensamiento Único neoliberal, de que todo ello hubiera tenido fecha de sepultura y que había que suscribirse al pragmatismo o aceptar que la totalidad no tuviera existencia. En algunas cosas somos bastante “primitivos” o tal vez “anticuados”, porque seguimos sosteniendo que no hay mejor práctica que una buena teoría, pero entendiendo que no se trata de dogmas heredados, sino de un saber que no puede no ponerse en duda, o cerrarse sobre sí mismo, para tener algún desarrollo efectivo en una real práctica de transformación de la sociedad.
En este sentido solamente queremos ser parte de un proceso de cambio social, aportando nuestros pequeños granitos de arena en una realidad que por lejos nos excede, pero en la cual pensamos que algo podemos dar.