Brillará el Sol del inca en Perú

El próximo domingo 5 de junio se realizará finalmente la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en la hermana república del Perú, en las que se definirá cuál de los dos candidatos más votados en la última elección, ocupará la Presidencia.

Los últimos sondeos de opinión, que actualmente ya no pueden repetirse por razones de veda electoral, exhibieron un pronóstico muy reñido. Una vez más, en el Perú las elecciones están polarizadas.

Por un lado se postula Keiko Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori, actualmente preso por delitos de lesa humanidad y corrupción, entre otros ilícitos, y por el otro, el candidato nacionalista de izquierda Ollanta Humala.

Teniendo en cuenta que en la primera vuelta los candidatos más recalcitrantes de la derecha vernácula de Perú, quedaron fuera de la contienda, para esta segunda vuelta se han alineado prácticamente todos detrás de la candidatura de Fujimori y para ello han desplegado todo el aparato mediático del Perú que se encuentra subordinado a las corporaciones y al imperialismo norteamericano.

Es importante destacar que estas elecciones en Perú, tienen una trascendencia que va más allá de su propia realidad nacional. En esta elección confrontan dos modelos totalmente opuestos de integración continental. Por una lado el modelo de la candidata Fujimori, respaldada por la derecha y los medios hegemónicos que propone la alianza incondicional con los Estados Unidos, alianza que por supuesto deja a Perú en un estado de subordinación y vasallaje, y por el otro, el modelo de Humala que propone la integración con Latinoamérica, por supuesto mucho más horizontal y que rompería con la llamada “Alianza del pacífico” instrumento creado por el imperio para combatir las políticas de estrategia de unidad geopolítica que se vienen desarrollando desde la Unasur y el ALBA.

La economía del Perú ha crecido sostenidamente en los últimos años, pero el modelo de Alan García y del Establishment peruano que garantizaría Fujimori, ha acentuado la concentración de la riqueza en las clases dominantes, y los monopolios claramente no quieren perder sus privilegios y por esto pronostican terribles catástrofes económicas, para el caso de que se impusiera el candidato Humala que propone políticas sociales más inclusivas.

No es posible aventurar cuál será el resultado de las elecciones, ya que sobre las mediciones realizadas recae la sospecha de que los medios han operado ostensiblemente a favor de Fujimori, y por tanto podrían haber sobredimensionado a Keiko y subvalorado a Humala, sumado esto al porcentaje de indecisos. Por otra parte, entre los seguidores de Humala ya se habla de la posibilidad de fraude, algo no tan descabellado si se considera que muchas veces ha sido práctica habitual de la derecha.

En conclusión, puede afirmarse que el resultado de esta elección tanto si gana un candidato como el otro, va a gravitar considerablemente en el escenario latinoamericano, ya sea para romper con el cerco en el cual el imperio lo tiene sitiado a Ecuador, si es que gana Ollanta Humala, o por el contrario para consolidar el eje del pacífico subordinado al consenso de Washington, en caso de que triunfara Keiko Fujimori.

El candidato Humala tiene chances, el pueblo peruano quiere cambios y los gobiernos populares de Latinoamérica están esperando con los brazos abiertos que se sume este querido pueblo hermano.