Osvaldo Drozd
Las controversias entre el precandidato Ricardo Alfonsín y el socialista Hermes Binner, alineado con el GEN, van mostrando algunos andariveles de sumo interés, en cuanto al carácter específico de la oposición al gobierno nacional. El lobby del establishment fue mostrando fracasados esbozos de sostener una candidatura presidencial funcional a sus intereses corporativos. Fueron de a poco cayendo figuras como Cobos, Macri, Sanz, junto a todos los presidenciables del extinto peronismo federal, y fue quedando solo en el llano, el hijo del ex presidente radical. El domingo resaltábamos los editoriales del diario La Nación con sus columnistas Morales Solá y Mariano Grondona, donde si bien ambos se diferenciaban en sus enunciados, los dos hacían un explícito apoyo a la conformación de un único frente opositor, como necesario para ganarle a Cristina en octubre. Decíamos ahí que Grondona planteaba la necesidad de un frente de centro, donde estuvieran tanto la centroderecha como la centroizquierda para derribar al autoritarismo K, para luego de hacerlo volver ambos, a conformar su perfil específico en un modelo de alternancia. Este supuesto grondoniano supone que si eso no se hace, los que se niegan a hacerlo, lo hacen por simple egoísmo, ya que la tarea es ganarle a Cristina y en eso no debiera haber miserias personales. Las últimas declaraciones de Ricardo Alfonsín para justificar la lista de adhesión de De Narváez, y con esto seguir intentando su alianza con el socialismo y el GEN, afirmando por ejemplo, que sin votos peronistas no se va a poder ganar, confirman la teoría de Grondona, o tal vez la del establishment. En su editorial del domingo Grondona también afirmaba que la UCR debía volver a un perfil de centroderecha, más propio a su esencia, que el perfil de centroizquierda que alguna vez adquirió. Pero el problema para confirmar esta coalición opositora, es que los sectores de ideología más socialdemócrata, parece que no están dispuestos a cerrar la ecuación, que de por si no es más que una muestra de debilidad que se fue planteando con mayor fuerza en los últimos meses.