Fuente: Prensa Facultad de Periodismo y Comunicación Social UNLP
Fue en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, en el marco de la semana del periodista y de la celebración de los 80 años de fundación de esa casa de estudios. Aquí la crónica emanada del área de prensa de esta unidad académica.
“Era un tipo tímido, divertido con sus compañeros y serio cuando estaba en alguna situación pública. Muy a menudo llevaba saco y corbata. De una capacidad inagotable de trabajo, siempre actuó con un objetivo muy claro: poner la comunicación al servicio de los intereses populares”, describió el destacado periodista Horacio Verbitsky a su amigo y compañero de trabajo, Rodolfo Jorge Walsh. El nombre del autor de Operación Masacre pasó a designar, el lunes 2 desde las 18 y en el marco de las jornadas por la Semana del Periodista que se realizan hasta el viernes próximo en esta Facultad, al aula anfiteatrada de la sede Presidente Néstor Carlos Kirchner.
“Un compañero lo había bautizado como ‘capitán delirio’ por las ocurrencias que tenía y por cómo las llevaba a la práctica. Era un gran observador, pensaba más de lo que hablaba y tenía la capacidad de sintetizar una idea en no más de dos o tres palabras. Me cuesta mucho hablar de Rodolfo porque todavía me cuesta hacer ese pasaje entre aquél joven que conocí y que así conservo en mis recuerdos y la figura mística y ejemplar que hoy representa su nombre para toda una generación”, señaló Verbitsky, quien recordó que en alguna otra visita a la Facultad se había sugerido ya la imposición del nombre Rodolfo Walsh al aula anfiteatrada.
Convocada a partir de la consigna “El oficio de escribir. Militancia y compromiso de Rodolfo Walsh», la conferencia contó con la participación de los cantautores León Gieco –galardonado en 2013 con el Premio Rodolfo Walsh- y Raúl Porchetto, quienes interpretaron varias de sus canciones antes del cierre de la jornada.
Además, estuvieron presentes destacadas figuras de los ámbitos académico, cultural y los derechos humanos: Rosa Schonfeld de Bru, madre del estudiante de Periodismo desaparecido en 1993 por efectivos policiales de La Plata; Stella Calloni, reconocida periodista, escritora y docente, galardonada en 2013 con el Premio Rodolfo Walsh; Héctor Schmucler, sociólogo, semiólogo y docente universitario, también premiado por esta Facultad; Luis Federico Arias, titular del juzgado del fuero en lo contencioso administrativo de La Plata; Hugo Cañón, co-presidente de la Comisión Provincial por la Memoria; Verónica Cruz, directora de DDHH de la UNLP; y la directora del Colegio Nacional, María José Arias Mercader; entre otras.
Entre variadas anécdotas, Verbitsky relató un episodio de Walsh mientras miraba televisión un mediodía: “Se había perdido la imagen, el aparato emitía un chirrido y Rodolfo se acercó para intentar arreglarlo. De golpe oyó una voz masculina que decía ‘340, Comando llama’, y era la interferencia de una banda de radio que transmitía las comunicaciones de los patrulleros en la capital. Se obsesionó tanto con ese mensaje que se dedicó a recopilar los datos y descifrar los movimientos policiales de forma sistemática”.
Algo similar le ocurriría a Walsh, años después, con el sorprendente descubrimiento del plan de invasión militar sobre Cuba que se preparaba en una estancia de Guatemala con el patrocinio de Estados Unidos: “Una vez García Márquez me contó que, con la noticia descifrada desde los cables encriptados, sus compañeros de Prensa Latina habían decidido que Rodolfo se infiltrara en Guatemala como vendedor de biblias. Sin embargo, la seguridad cubana no se los permitió”.
La historia militante y de compromiso político de Walsh atravesó, según describió Verbitsky, distintos momentos de ruptura -Operación Masacre y el soldado que muere no gritando “Viva la Patria”, como en las novelas; el diario CGT de los Argentinos; la experiencia cubana; la militancia en las Fuerzas Armadas Peronistas; la incursión en Montoneros y su posterior discusión con la cúpula en torno al nuevo momento de repliegue y resistencia- que lo llevaron desde una posición de fuerte anti-peronismo, propia de las clases medias de los años 50, a una marcada elección de las luchas populares y de liberación nacional.
“Así llegó a la famosa Carta Abierta de un escritor a la Junta Militar, a la que García Márquez definió como obra periodística universal, y que yo creo que aún con esas palabras se quedó corto”, agregó Verbitsky, quien, ante los aplausos del público, advirtió, entre risas, que la conferencia no había terminado.
Preguntado por el método de trabajo de Walsh, respondió que “un ritmo de 12 horas de trabajo y más trabajo, sumado a un objetivo periodístico bien dirigido y sin dispersiones, fue la forma que empleó Rodolfo para estar siempre atento a no actuar como ‘patrulla perdida’”, término utilizado por el autor de ¿Quién mató a Rosendo? en sus informes críticos a la conducción de Montoneros.
“Acerca de las últimas preguntas que aquí me formulan sobre qué pensaría Rodolfo de los temas de actualidad, yo no las puedo contestar. Sería frívolo de mi parte transmitir lo que yo pienso de esos temas como si estuviera hablando por él. He sido amigo y compañero de Walsh, pero no soy su albacea ni puedo opinar por él. Rodolfo vivió hasta el 25 de marzo de 1977. Lo que vino después es nuestra historia y somos nosotros los que tenemos que hacernos responsables de nuestras posiciones al respecto”, cerró Verbitsky.
La decana de Periodismo, Florencia Saintout, agradeció la presencia del reconocido periodista, escritor y titular del CELS, y convocó a la reconstrucción del periodismo como herramienta para la búsqueda de la verdad, “aun sabiendo que la verdad está hecha de hombres y de mujeres, de dolores por las derrotas y esperanzas de un porvenir mejor. Esta Facultad, con sus 80 años de historia, carga con momentos muy duros, con la marca profunda de la represión y nuestros compañeros desaparecidos. También esta Facultad tiene años de los días felices: durante varios meses se llamó Escuela Superior Juan Domingo Perón, y recientemente hemos nombrado a este edificio Presidente Néstor Carlos Kirchner”.
“Pase lo que pase, no nos moveremos un milímetro de aquello en que creemos y por lo que luchamos. Por eso agradecemos con todo nuestro amor que hoy estén todos ustedes en esta jornada, y especialmente a Horacio Verbitsky, que ha venido para hablarnos de Rodolfo Walsh”, cerró Saintout. Por su parte, la presidenta del Centro de Estudiantes que conduce la agrupación Rodolfo Walsh, Ana Carbonetti, también agradeció al periodista por su visita y explicó que el flamante nombre del aula anfiteatrada resulto elegido por votación estudiantil.
Luego de la conferencia, León Gieco cantó una serie de temas de su repertorio, entre ellos “La memoria”, en cuyos versos destaca la “dignidad de Rodolfo Walsh”. También interpretó “El fantasma de Canterville”, creada por Charly García y ofrecida a Gieco mediante una llamada telefónica realizada de madrugada.
“Como habrán advertido, algunos de estos temas remiten a su época, a lo que ocurría en distintos momentos de nuestra historia, como aquellos años 90 en los que se entregaba al país. Sin embargo, desde 2003 y por primera vez en mi carrera, un gobierno hizo ‘envejecer’ a muchas de mis canciones. Por eso, cómo no vamos a estar contentos cuando ya hemos transcurrido 11 años de cosas buenas para los argentinos”, destacó León Gieco, quien finalizó su presentación acompañado por Raúl Porchetto con la canción “Bajaste del norte”.
Desde las primeras horas del martes y hasta el próximo viernes continuarán las actividades previstas para la celebración de la Semana del Periodista, con paneles, conferencias, charlas-debate, presentaciones de libros y música, además de los actos de entrega del Premio Rodolfo Walsh al periodista Mario Wainfeld y a la revista La Garganta Poderosa.