Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de La Plata usa un novedoso método para localizar potenciales fuentes de descarga de agua dulce en la costa bonaerense. Los trabajos, que se llevan adelante en la localidad de Pinamar y en el Partido de La Costa, buscan contribuir a la detección de áreas de posible extracción de agua, y al aprovechamiento sustentable de los recursos hídricos disponibles para las poblaciones.
Se trata de un proyecto conjunto llevado adelante por el Centro de Estudios Integrales de la Dinámica Exógena -CEIDE- de las facultades de Ciencias Naturales y Museo y de Ciencias Agrarias de la UNLP, y la Universidad Sacred Heart, de Estados Unidos.
Silvina Carretero, investigadora de la UNLP-CONICET, explicó que para localizar las zonas de descarga del agua subterránea utilizan un equipo denominado RAD-7, tecnología que permite detectar partículas de gas 222-Radón en el agua del mar. La detección de este fluido gaseoso es un indicador claro de la presencia de agua dulce en las costas marítimas argentinas. Por otro lado, también utilizan esta tecnología para medir el 222-Radón en los pozos de agua.
Según explicaron, el uso de detectores del radón tiene dos beneficios principales: en primer lugar, se puede medir de forma rápida, y abarcar así áreas extensas para facilitar el trabajo de mapeo. La segunda ventaja, es que se trata de un gas inerte y no resulta peligroso para el medio ambiente.
Concretamente, la técnica de detección consiste en recorrer con una pequeña embarcación las costas marítimas. Durante el trayecto, el RAD-7 recoge muestras de agua del mar para detectar la existencia de partículas de gas radón, y confirmar de este modo la presencia de agua dulce y las fuentes de descarga sobre la costa. Esta técnica se utiliza también en pozos de exploración sobre el terreno costero.
La investigadora explicó que “en el Partido de La Costa, el agua subterránea es la única provisión de agua a la población. Son muy pocas las localidades que tienen servicios de agua de red y, consecuentemente, la mayoría de la población tiene su propio pozo, sin control de la cantidad y la calidad que se extrae”.
En este sentido, indicó que “las investigaciones permiten cuantificar el recurso hídrico y, al mismo tiempo, obtener certezas respecto a la distribución espacial de la descarga del agua dulce hacia el mar. Conocer con exactitud la distribución geográfica del agua subterránea es un dato de enorme importancia al momento de planificar la utilización y aprovechamiento del recurso”.
En este marco, el CEIDE realiza una labor de transferencia hacia los municipios y las cooperativas prestadoras de servicios de agua del partido de la costa, poniendo a disposición la información y los datos recogidos en el territorio sobre las áreas de posible extracción de agua.
Carretero agregó además que “la descarga hacia los océanos es una de las salidas del balance hidrológico, junto con el consumo humano y la evapotranspiración; mientras la única entrada es el agua de lluvia”.
Según indicaron desde los laboratorios de la UNLP, “en Argentina recién se están empezando a usar algunos detectores de Radón; sólo hay uno en Córdoba y otro en Mar del Plata. Se trata de tecnología muy cara, de difícil acceso”.
Los investigadores que realizaron este trabajo junto a la doctora Silvina Carretero son el doctor Leandro Rodrigues Capítulo y el doctor John Rapaglia. El director del Centro es el doctor Eduardo Kruse.