La partida del poeta, escritor, periodista y militante revolucionario, generó un sinnúmero de saludos, despedidas y muestra de dolor. Gelman se fue y con su muerte, también, se fue parte de una generación de intelectuales, trabajadores de la cultura y de hombres fuertemente comprometidos con su época. Así lo demostró con sus escritos y con su militancia activa en la Federación Juvenil Comunista, las FAR y Montoneros. Ello le valió el exilio, el secuestro de sus hijos y el nacimiento en cuativerio de una nieta, Macarene, entregada vilmente a otras manos. Aquí, en este escrito enviado a la Redacción de El Tranvía, H.I.J.O.S. Capital, lo despide fraternalmente y destacando parte de su compromiso vital con la Argentina (la cursiva es de la Redacción de El Tranvía).