* Por Jesús Rojas
El 6 de junio de este año los peruanos decidirán dos opciones: la continuidad de un modelo desigual que se agudiza generando más pobres y más concentración de la riqueza en pocas manos o una ruptura que dará inicio a la gestación de un nuevo modelo económico, político y social en el cual puedan ser incluidos todos.
Hace unos días se publicó la encuesta de Ipsos en el que detalló que el 86% de los peruanos quieren “cambios en el modelo económico”. ¿Por qué se dan estos resultados? ¿Acaso hay un hartazgo a la humillación y explotación? ¿Teniendo en cuenta esa encuesta porque Keiko y los grupos de poder se empecinan en seguir manteniendo el modelo? Lo hacen simplemente porque defiende sus propios intereses.
Esos grupos económicos son los mismos que impusieron leyes para que perdure la tercerización laboral, las services, los contratos fijos, negar libertad sindical y negociación colectiva a los trabajadores. Quieren que siga la continuidad de esas normas porque son las que les han enriquecido durante décadas gracias a la explotación de los trabajadores peruanos. Quieren seguir siendo impunes como sucedió hace unos días con la multinacional Telefónica que despidió 844 trabajadores en plena pandemia.
Esas dos alternativas están representadas por Keiko Fujimori quien defiende a rajatabla el actual modelo que fue impuesto por la dictadura de su padre. Por otro lado, tenemos al profesor Pedro Castillo quien plantea un cambio de rumbo para poder acabar con el neoliberalismo.
Uno de los principales problemas en el Perú es su Constitución Política, que fue elaborada durante el régimen fujimorista en los años 90′. En esa Constitución el Estado tiene el rol para “orientar” y no “intervenir” en la economía. En ese sentido, el Estado es un ente débil que se limita solo a ser un mero observador sin poner restricciones a las especulaciones o a la fijación de precios de los mercados.
Cuando surgen actores políticos que quieren darle otro enfoque al Estado peruano, el capital concentrado se victimiza argumentando que se está atacando a la libertad de empresa. Es así como neutralizan a los que cuestionan el modelo. Con esa misma justificación se permiten los monopolios que, además, la Constitución dice “combatirla” pero no “prohibirla”.
Como no están prohibidos los monopolios hay una concentración en los medios de comunicación. Perú es un país donde no existe la pluralidad de voces porque solo 3 empresas controlan casi el 85 % de los medios de comunicación. Solo el Grupo El Comercio tiene más del 60 %. Justamente estos grupos son los que tienen un rol muy activo a la hora de defender el modelo económico.
En estos tiempos, son esos grupos los que están saliendo a atacar sin tregua al profesor y candidato presidencial Pedro Castillo, solo por tener la osadía de querer transformar el modelo económico y convocar a una Asamblea Constituyente para una Nueva Constitución. Los medios de comunicación están recurriendo a las más desagradables infamias, calumnias y mendacidades contra Castillo, intentando sembrar el miedo y temor para que al fin y al cabo nada cambie en el Perú.
Esos grupos de poder están difundiendo por sus medios de comunicación, sus propios miedos y preocupaciones. Divulgan sus ideas y los presentan como si fueran para defender los intereses generales de todos los peruanos, cuando en realidad, es solo para defender sus “propios intereses y privilegios”.
Esas estrategias de recurrir a las mentiras y al miedo no está teniendo tanto efecto. Pero todavía falta un mes para que los peruanos decidan quién los va a gobernar. Para el bicentenario no puede haber neutralismo: O se opta por la dictadura de Fujimori y la continuidad del modelo que genera desigualdad o se elige a un gobierno democrático de izquierda que plantea la ruptura del modelo económico y la inclusión mediante nuevos derechos para todos los peruanos.
El pueblo tiene la palabra…
Pd: El video fue grabado hace unos años en el distrito limeño de San Juan de Lurigancho. En esa oportunidad me encontraba trabajando repartiendo recibos de luz.
04/05/2021