Mónica Sladogna
Hoy el Sr. Mauricio Macri cumple años, tranquilos… no me invitó ni nos va a invitar, pero se permite comentar (a través de Facebook) tres deseos que va a pedir mientras sople las velitas (qué tierno no?), estos son:
- “Deseo que este año las elecciones sean el principio de una Argentina distinta, que empiece a concluir de forma ordenada este sitio. Ahora somos un pueblo lleno de talento, pero atrapado en la discordia. Merecemos un futuro mejor.
- Deseo que el país procure y recupere la serenidad, el diálogo, el sentido común, la convivencia pacífica, la familiaridad, la amistad.
- Deseo que cada argentino vuelva a sentirse libre de decir lo que quiera, como tiene que ser en democracia”.
Bueno, aunque no fuimos invitados a su cumpleaños, pero si a participar de sus deseos me parece oportuno recordarle que cuándo se piden deseos soplando las velitas no se dice lo que se desea. Además y para contribuir a que sus deseos se vuelvan realidad, quiero hacerle conocer los míos, que como no cumplo años no tengo riesgo de que no se cumplan. Aquí van:
- Deseo que para que la CABA sea un sitio ordenado entre otras cosas Juliana Awada (esposa y dueña de una muy importante tienda de ropa) deje de usar talleres clandestinos y blanquee a sus trabajadores.
- Deseo que le diga a Del Sel y que diga en nombre de su propio partido el PRO, que para recuperar la serenidad, el diálogo, el sentido común, la convivencia pacífica, la familiaridad y la amistad los insultos no son el camino adecuado.
- Deseo que no haya escuchas telefónicas, ni números de teléfonos buchones para que los porteños y las porteñas volvamos a sentirnos libres de decir lo que queramos, como tiene que ser en democracia.
En fin, estos tres son mis deseos. En fin, igual no creo que los escuche ni que tenga intención alguna de realizarlos. Para que mis deseos se vuelvan realidad otras fuerzas deberían hacerse cargo de la Ciudad de Buenos Aires.