Los estrategas de la política

Opinión

Por Nadia Erice 

Cuando los ingredientes menos pensados, pueden generar una fórmula explosiva y exitosa

Mientras algunos referentes y conductores oficialistas como la presidente, Cristina Fernández de Kirchner, establece lazos de simpatía con el radicalismo, en un acto de hermandad histórica de la política;  en la provincia de Santa Fe, el electorado elige -en las PASO- a un representante de la idiosincrasia argentina de “la Biblia y el calefón”.

Durante el día de ayer se desarrollaron las internas en la provincia de Santa Fe y Mendoza. Una semana después de las primeras PASO, llevada a cabo en Salta, en donde el candidato del Frente para la Victoria fue quien más votos obtuvo.

Hoy es tapa de todos los medios la noticia sobre el comediante Miguel Del Sel (candidato a gobernador por el PRO) ganando “las elecciones”. Triunfando.

Sería esclarecedor, en primera instancia, remarcar algunos puntos de este fenómeno.

Antes que nada, definamos el término triunfo y, dentro de qué parámetros se da.

Las PASO son elecciones primarias en donde cada partido propone a sus candidatos, y es el electorado quien define con sus votos, cuál de esos candidatos será (de cada partido) el que competirá por el cargo en cuestión para el que es propuesto. En este caso, el de gobernador de la provincia de Santa Fe.

¿Puede esto servir como un sondeo de lo que serán las elecciones definitivas? Puede que sí, puede que no. La campaña no termina hasta octubre. Y los resultados nunca son definitivos.

Como segundo punto de esclarecimiento, sería prudente remarcar que, no obstante Del Sel sólo ganó la interna dentro de su partido con el 28,39% (PRO), la diferencia con el Frente Progresista Cívico y Social es mínima, sólo de un 0,32%. Teniendo en cuenta que éste partido, que es el oficialismo de la provincia, propuso dos candidatos (Miguel Lisfchitz 19,81% y Mario Barletta 8,26%). Mientras que el Frente para la Victoria quedó como tercera fuerza, con Omar Perotti con el 19,30%.

¿Se puede visualizar un quiebre? ¿La solicitud popular de un cambio en la provincia? No verdaderamente. Santa Fe es una provincia cuya postura es una de las más conservadoras, en lo que a la economía se refiere. Es una provincia que mantiene desde el 2008 (abiertamente) una visible contraposición con el gobierno. Santa Fe puede estar declarando con éstas PASO, la necesidad de un cambio más superficial. Un cambio que tiene que ver con la figura de su actual gobernador, un tanto inmune a la política, ambiguo en su ideología. Con falta de representatividad y seriedad a la hora de mantener una campaña. Y con profundos problemas enraizados en su territorio con el narcotráfico.

Santa Fe hoy demuestra la necesidad de mantener el statu quo de sus negocios provinciales locales, e internacionales (si hablamos de exportaciones), pero con un poco de cotillón.

Del Sel representa superficialmente, todo eso que en el exterior describen de los argentinos. Desfachatados. En su superficie es factible descubrir las huellas del la ¿ideología? neoliberal de los noventa. Y no por su recordado paso por MI.DA.CHI, si no por su apego a las políticas económicas de su gran amigo, Carlos Menem, como afirmaba cuatro años atrás al programa Sin Mordaza “sigo siendo amigo de (Carlos) Menem, para mí no es un inconveniente decir que soy su amigo.” 

Algunas cartas ya están sobre la mesa, pero todavía faltan repartir varias del mazo. La provincia de Santa Fe habló a través de sus urnas, no ha pegado un grito esclarecedor, más bien habló a media voz y entre líneas.

No reneguemos de la realidad. Han votado los santafesinos, y éste es el resultado.

Ésta es la parte más hermosa de la Democracia, cuando la política es un gran tablero de ajedrez, en donde la virtud de ser el mejor estratega, es quien gana la partida, más allá del color de la bandera.