Los desafíos planteados por Cristina

«Debemos comprender que un país no lo puede hacer solamente un presidente o una presidenta, se necesita de la responsabilidad y madurez sobre todo de aquellos que comparten este modelo» dijo la compañera Cristina en su memorable discurso del día jueves y agregó: «Estoy haciendo un inmenso esfuerzo personal y hasta físico para seguir adelante, y en todo caso si hay algunos que creen que puede ser mejor otro modelo, que han tenido o tienen tanto poder para torcer voluntades para que sea desprestigiado, quiero decirles que conmigo no van a contar» Es extraordinaria la entrega emotiva y la carga de confianza hacia el Pueblo que posee nuestra Presidenta, es como se dijera anteanoche en una tertulia política: es distinta como era distinto Néstor, son nuevos estandartes de una forma extraña de hacer política, maravillosamente extraña y como dijo Ricardo Forster, ella produce anomalías a su paso, ella es una anomalía en si, es algo que no tuvo quizás que suceder en la Argentina de acuerdo a los decursos históricos que veníamos hilvanando.

Ahora, es notorio el metamensaje del discurso de anteayer, hay implícito un mandamiento por parte de la líder en relación a accionar el movimiento colectivo que como el ave fénix resurgió de las cenizas que había dejado la hoja filosa del neoliberalismo, el entreguismo y los grupos de concentración de capital, el mandamiento vedado por el dolor de la militante Cristina más que por la Presidenta o la Líder, es una reacción hacia la unión de los retazos de lucha dispersos y que en esta atomización no están sirviendo como base de soporte para este cambio de paradigma que se dio a partir de Néstor y se continúa con Cristina, es que falta todavía quebrar totalmente los viejos axiomas de la política arqueológica, este es el punto central, falta acompañamiento desde la acción, desde la acción de amalgamar pensamientos disímiles como los que poseemos aquellos que somos parte de esta ruptura histórica pero que estamos encolumnados en un vector que se dirige hacia un mismo norte. Debemos tomar este desafío que indudablemente Cristina no puede llevar sola, no puede sin nuestro plafón, debemos aglomerarnos y cohesionar todo lo que está como diáspora militante, construir y organizar una resistencia que apoye el próximo mandato de Cristina, es urgente esto, a partir de esa cohesión acompañaremos a la líder hacia una transformación mas profunda y alivianaremos su carga de responsabilidades por todos nosotros, seremos unidos los acólitos hacia el altar de una forma distinta de organización estado-nación como jamás se ha visto en este país, una forma de protagonismo directo sin corporaciones y sin elites, Cristina es la bisagra hacia ese nuevo tiempo pero no en estas condiciones, no con ejércitos desperdigados, es, diría yo nuestro deber patriótico, organizarnos en un solo bloque, una muralla impenetrable al retroceso para evitar que todo esta explosión de ilusiones que Néstor y Cristina crearon se quede en el vertedero de la historia, allí sucias y perdidas, 2 palabras pidió la Presidenta: ORGANIZACION Y COHESION para apoyar la ruptura total y cambio del paradigma.