Un equipo integrado por astrónomos, informáticos e ingenieros trabaja en la construcción de un singular telescopio donado a la Universidad Nacional de La Plata. El artefacto, que será instalado en Salta, abre la puerta al desarrollo de nuevos instrumentos astronómicos en la casa de estudios local.
“Artesanal y moderno, chico pero de una gran robustez”, con estas palabras Martín Schwartz, director Ejecutivo del Planetario, describe a un singular telescopio donado a la Universidad Nacional de La Plata. El artefacto, ideado por el físico Rafael Montemayor (ya fallecido), tendrá como misión fotografiar el mejor cielo de la Argentina, en la provincia de Salta. Además, abre la puerta al desarrollo de nuevos instrumentos astronómicos en la casa de estudios local, de la mano de ingenieros, astrónomos e informáticos.
La historia comienza hace más de dos décadas cuando Montemayor, que se desempeñaba como docente e investigador en el Instituto Balseiro, de Bariloche, diseñó e inició la construcción, junto a un tornero, de untelescopio de 45 cm de diámetro.
“Montemayor era un fanático de la fotografía astronómica y el telescopio está pensado para hacer fotografías astronómicas de la más alta calidad”, afirmó Schwartz, que es técnico principal del Conicet y el responsable del equipo que pondrá en funcionamiento este telescopio.
A pesar de su afición a los fenómenos cósmicos, el físico nunca pudo venir a estudiar a La Plata, ya que provenía de un hogar humilde y su familia no tenía los recursos económicos suficientes para enviarlo a la UNLP. Sin embargo, eso no le impidió convertirse en un profesional y, ya siendo un adulto, no dudó en invertir tiempo y dinero para hacer lo que le apasionaba. Realizó el diseño teórico y la construcción práctica del 80 % del telescopio, pero no llegó a verlo terminado: falleció en marzo de 2014 a causa de una enfermedad. “Él quería que se donara a un Observatorio y, en particular, al de La Plata”, señaló el director del Planetario.
El vínculo con la UNLP fue a través de una ex alumna de Montemayor en la escuela secundaria, Mariana Orellana, quien luego estudió Astronomía. También intervinieron las hijas del físico, Sara y Diana, y su viuda Ann Borsinger. “Fue muy emotivo ir hasta Bariloche y hablar con su familia. El telescopio fue un proyecto muy importante en su vida”, afirmó Schwartz.
El aparato fue concebido de una manera muy profesional para lograr un instrumento estable, firme y eterno. Está hecho con acero inoxidable, bronce y aluminio. “Es algo que en el mercado no existe. Tiene una robustez terrible, como los telescopios que se construían hace 150 años. Usualmente, un equipo de 50 cm pesa entre 60 y 90 kilos. Éste pesa 2 toneladas”, describió.
A la búsqueda de exoplanetas y supernovas
Una vez terminado el telescopio, previsto para 2017, será trasladado a la provincia de Salta donde se proyecta construir un complejo científico que contará con especialistas de diversas disciplinas. “El lugar es bastante inaccesible. Está a 4 mil metros de altura y tiene las mejores condiciones del país para instalar un observatorio óptico. Allí se colocará una gran antena de un radiotelescopio denominado Llama”, explicó Schwartz.
El director del Planetario señaló que el telescopio de Montemayor “podrá caracterizar el lugar astronómicamente desde el punto de vista óptico, algo fundamental para saber si es conveniente instalar ahí telescopios más grandes”.
También servirá para la búsqueda de exoplanetas y la detección de supernovas en galaxias distantes, a través de la observación de distintas regiones del cielo.
La finalidad es que el telescopio se use de forma remota. Es decir que, aunque se encuentre en Salta, se pueda controlar desde La Plata. Además, la idea es que en un futuro tenga un funcionamiento robótico, que a partir de una serie de consignas pueda realizar observaciones solo.
“El telescopio estará en el mejor cielo de la Argentina y se podrá usar para investigación, enseñanza y extensión. Explotaríamos todo su potencial”, afirmó Schwartz.
Como un dato relevante, agregó que el telescopio más grande de la Argentina mide 2,15 metros y está en San Juan. Le sigue Córdoba con uno de 1,5 metros. Sin embargo, el cielo no es el ideal en ninguno de los dos casos anteriores. Por eso el telescopio donado a la UNLP podría obtener muy buenos resultados, logrando un protagonismo importante.
Junto al director Ejecutivo del Planetario, participan del proyecto los Drs. en Astronomía Rubén Vázquez, Gaston Folatelli y Lydia Cidale; los ingenieros Ernesto Vilche, Ezequiel García y Guillermo Rodríguez y el técnico mecánico Carlos Winschu. También Kevin Macedo, Adrián Pardini (becario de Ingeniería), Julián Carpinetti y los estudiantes de Informática Alejandro Zurita y Alex Boette (tesista).
Las autoridades de las facultades de Ciencias Astronómicas y Geofísicas e Ingeniería sostienen que este proyectoes el puntapié inicial para recuperar el desarrollo de instrumentos astronómicos en la UNLP. En ese sentido, ambas unidades académicas firmaron un convenio para la construcción de un telescopio de un metro. “En el Observatorio tuvimos una época de gran esplendor en desarrollo instrumental, profesionales brillantes que hicieron diseños fantásticos de telescopios muy grandes. Esto sería una manera de retomar ese camino”, concluyó Schwartz.