Walter Barboza
Comienza otra semana complicada para el gobernador bonaerense Daniel Scioli. La falta de acuerdos en materia salarial con los docentes, y el conjunto de los trabajadores estatales, pone en jaque el funcionamiento de la administración pública bonaerense y las perspectivas políticas del gobernador.
Al paro de 48 horas, convocado por el Frente Gremial Docente (SUTEBA, FEB, SADOP, AMET, UDA) se suman los estatales de ATE, los que declararon insuficiente el ofrecimiento del 22 % del gobierno provincial, al igual que los sindicatos nucleados en FEGEPPBA, el Frente de Gremios Estatales y Particulares que integran los sindicatos de Salud Pública, AERI, SOEME, AEMOPBA, entre otros.
La Asociación de Trabajadores Estatales (ATE) realizará un paro de 48 horas este lunes 18 y martes 19, con una movilización a la casa de gobierno provincial el día martes. Allí confluirán con el sector de CTA que a nivel nacional lidera Pablo Micheli y de la CGT del camionero Hugo Moyano. Estarán presentes organizaciones políticas y sociales tales como CICOP, SOEME, UDOCBA, Corriente Clasista y Combativa, MST, Movimiento Teresa Vive y la Federación Universitaria de La Plata (FULP).
Lo propio harán los sindicatos docentes del Frente Gremial, que llevarán adelante un paro de 48 horas el lunes y martes con una movilización a la casa de gobierno provincial el día miércoles.
Los estatales y maestros creen que la inflación promedio rondará este año en el 25% y que por ello una oferta salarial debería acercarse a ese promedio o superarlo. En conferencia de prensa Oscar de Isasi, Secretario General de ATE Provincia, señaló que “cerca de 50 organizaciones marcharán el día martes a la casa de gobierno provincial en rechazo al ajuste”.
Ante la insatisfacción de los trabajadores, Scioli amenaza con aplicar una conciliación obligatoria para a garantizar el funcionamiento de los establecimientos escolares y otorgar el aumento salarial del 22,6 % por decreto. Ese aumento contempla el fraccionamiento en tres cuotas, las que se terminarían de percibir en el mes de diciembre.
En tal sentido, el secretario general del SUTEBA Roberto Baradel reiteró que no aceptarán “el 22,6% en tres veces”, y destacó que también lo hubieran “rechazado si el ofrecimiento hubiera sido en una sola cuota”.
Sea como fuere, un incremento salarial otorgado por decreto en un escenario de alta conflictividad gremial no haría más que recalentar los ánimos de docentes y trabajadores estatales.
Scioli sigue sumando frentes de tormenta. A los debates por la “inseguridad”, se le agrega la falta de definiciones en materia salarial. Dice no tener fondos y en ese marco sólo le quedan tres caminos: endeudar a la provincia, pedir dinero extra al gobierno nacional o bien llevar adelante una reforma tributaria en el territorio bonaerense, para que sean los sectores de mayores ingresos los que más tributen a las arcas del estado provincial.
EL gobernador aparece como paralizado frente a un conflicto en el que, incluso, algunos gremios afines al peronismo bonaerense se ven obligados a conducir el conflicto hacia el paro. Y no es que algunos sindicatos se constituyan en más combativos que otros, sino que los trabajadores presionan para que sus respectivas conducciones se pongan al frente de un reclamo que ya nadie considera ilegítimo.