Hoy 17 de abril se cumplen 63 años de la fundación de la Central Obrera Boliviana (Cob). La ya legendaria central sindical del país del altiplano, tuvo su constitución al calor de las históricas jornadas revolucionarias protagonizadas por los trabajadores en 1952. Las mismas dieron por tierra con los sucesivos gobiernos de la oligárquica Rosca, para iniciar un proceso de transformaciones sociales que si bien a lo largo de un considerable tiempo, no pudo revolucionar completamente la estructura económico social boliviana; por un lado algunos cambios irreversibles hizo, aunque lo más significativo fue dejar un precedente de importancia en la conciencia de las masas explotadas y oprimidas de ese país. Vale señalar que desde aquel tiempo hasta hoy, es la única central obrera en Bolivia, cuenta con más de dos millones de trabajadores afiliados y siempre mantuvo ese perfil clasista originario. Las legendarias tesis de Pulacayo elaboradas por los mineros en 1946 guían su itinerario. Desde la denominada Guerra del Agua producida en el año 2000, en Bolivia se viene desarrollando una secuencia de luchas populares y conquistas que fueron bautizadas como “proceso de cambio”. Sin la existencia del mismo no se entendería la llegada de Evo Morales al Palacio Quemado en enero de 2006, tras ganar las elecciones en 2005, y formular un proceso instituyente a partir del cual se convalidaría una nueva Constitución Política de Estado y la conformación de un Estado plurinacional. La Cob arribó con coincidencias y diferencias a veces muy pronunciadas con respecto a la gestión del movimiento al socialismo (Mas). Tanto es así que hace tres años desde la central se había planteado la conformación de un instrumento político de los trabajadores, para enfrentar electoralmente a Evo. Desde finales de 2013 la Cob y el Mas, se acercaron conformando una alianza histórica. Esa unidad fue decisiva en octubre del año pasado cuando Evo Morales fuera reelecto por poco más del 60 % de los sufragios. Según informa hoy la Agencia Boliviana de Información (ABI), el secretario de Integración y Desarrollo de la Central Obrera Boliviana, José Luis Delgado, remarcó ayer jueves el compromiso de esa entidad matriz de los trabajadores bolivianos de consolidar el proceso de cambio, en la víspera de la celebración de los 63 años de su creación, el 17 de abril de 1952. «Debe ser el pueblo boliviano a través de los movimientos sociales quienes profundicen el proceso de cambio y quienes reencaminen lo que no se hizo todavía y la COB quiere aportar, quiere proponer para construir un país que queremos y poder trabajar en beneficio del país», dijo a la ABI. Recordó a su vez que en el ampliado nacional que se realizó de Santa Cruz el año pasado se emitió una declaración política, que estableció el reencuentro entre obreros, campesinos, indígenas y originarios para defender, profundizar y reencaminar el proceso de cambio. «Esto implica no permitir el retorno de la derecha a los órganos del poder, no permitir que quienes han vendido la Patria, quienes han defenestrado los recursos naturales del país vuelvan otra vez a los órganos del poder, nunca más», dijo el dirigente obrero, y aseguró que «El proceso neoliberal ha montado en el país un modelo económico fuerte que está costando desmontarlo, no ha sido suficiente decir a través de un decreto se anula el decreto 21060*, cuando ese decreto es la madre del modelo económico que ha imperado en la época neoliberal, que ha ido fortaleciendo esa economía neoliberal y lo que tenemos que hacer ahora es desmontarla», puntualizó. Delgado calificó la relación entre el Gobierno del presidente Evo Morales y la COB como un «hecho histórico», que tiende a favorecer a las grandes mayorías del país, aunque recordó que tuvieron momentos de confrontación. *El decreto 21060 fue promulgado por el presidente Víctor Paz Estensoro el 29 de agosto de 1985. Señalando que “Bolivia se nos muere” el que fuera presidente revolucionario 33 años antes, promulgaba así la muerte del estatismo, para inaugurar el neoliberalismo en el país del altiplano.