Desde el retorno de la democracia en Chile, en 1990, la imagen del presidente Sebastián Piñera es la más baja que pudiera alcanzar cualquiera de los mandatarios trasandinos, durante los últimos 21 años.
Según un estudio realizado por la consultora CERC, una de las más respetadas en el país, Piñera descendió hasta el 22 % de aprobación. La caída del mandatario se justifica según el estudio, por la falta de confianza de los chilenos en su persona. Un 67 por ciento de los encuestados confesó que le «cree poco» al mandatario, a quien sólo un 14 por ciento le «cree mucho». Además un 71 por ciento estima que el suyo es el gobierno de «los empresarios».
Además, el sondeo marca que un 90 por ciento de los chilenos respalda las protestas estudiantiles estalladas en abril, por la educación gratuita y de calidad.
La debacle en la gestión de Piñera, que ya obligó a tres cambios de gabinete, derrumbó también la popularidad del gobierno y su principal abanderado presidencial, el ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne.
Pasado más de un año de las elecciones, un 59 por ciento de los electores dice que votaría a la ex presidenta Michelle Bachelet en los comicios de 2013, contra un 22 por ciento que lo haría por Golborne. Si embargo Bachelet, quien reside actualmente en Estados Unidos y se encuentra al frente de ONU Mujeres, no dio señales de intentar volver al ruedo político en su país, mientras que el estudio señala a su vez que a pesar de la imagen positiva de la ex presidenta, esto no se traduce en cuanto a las fuerzas políticas, ya que la Concertación que gobernara entre 1990 y 2010 no alcanza a capitalizar ese consenso. Es más, apenas un 11 por ciento de los electores apoya a los partidos políticos, pese a que la mayoría del país se declara de oposición; lo que muestra que en el país trasandino se está viviendo una honda crisis de representación sumada a una creciente desconfianza de los chilenos hacia sus instituciones, a diferencia de lo que ocurría años atrás.