Auditorio de Comisiones Obreras en Madrid abarrotado de personas para homenajear al Comandante Chávez
Si en algo coinciden los seguidores y los máximos detractores del Presidente Chávez es que su figura y su carisma son irrepetibles, es de esos líderes que sólo surgen una vez cada muchos años.
Chávez, humilde, lo entendía de otra forma: “Los hombres, individualmente, no hacen la historia; Bolívar hizo un ejército”. También explicaba que no hay revolución sin ideología revolucionaria.
Lo dijo en Madrid en el Auditorio de Comisiones Obreras en un encuentro con los trabajadores celebrado durante su visita a España en 2004.
El pasado sábado 6 de Abril volvimos a ver a ese Chávez enérgico, lúcido y entregado en la proyección del vídeo grabado en aquel encuentro. Era el mismo escenario, Chávez volvía a ser el protagonista, pero en esta ocasión el público que colapsó el salón de actos, y el que tuvo que seguirlo desde fuera, se reunía para rendirle homenaje póstumo en acto de reconocimiento y gratitud organizado por la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en España.
En aquel auditorio, 9 años antes, Chávez recordó a Marx llamando a la unidad de todos los trabajadores del mundo, también a la unidad de los estudiantes y de los indígenas. E invocó a Atahualpa con una frase que hoy también define al comandante. Chávez contó que Atahualpa, salvajemente torturado, antes de morir tuvo fuerzas suficientes para sentenciar: “Hoy me voy, pero un día volveré hecho millones”. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, lo expresó de otra forma al conocer la muerte del comandante: “Se ha ido un inmenso revolucionario pero quedamos millones”.
Chávez transcendió las fronteras de su país y las de la vida y la muerte, y así presentaron el acto: “Este es un homenaje a nuestro Comandante Eterno Hugo Chávez”. Como Chávez hubiera querido, no se trató de un acto personalista, fue un reconocimiento, un voto de lealtad y de reafirmación a la Revolución Bolivariana que ahora seguirá avanzando tras las elecciones del 14 de Abril bajo la dirección de Nicolás Maduro, en quien Chávez depositó su plena confianza.
Todos los que intervinieron transmitieron su apoyo al Presidente Maduro y le hicieron llegar, como expresó el Coordinador Federal de Izquierda Unida de España, Cayo Lara, que su victoria “sería la victoria de todo el pueblo. Desde el corazón de Izquierda Unida de España, hoy gritamos: ¡Maduro presidente!” Y esa idea fue la que se repitió a lo largo de la tarde: “¡Chávez vive, la lucha sigue!”.
El Coordinador Federal de Izquierda Unida de España, Cayo Lara, el primero en hablar, compartió las dos imágenes que más le impresionaron durante los funerales de Estado de Chávez: La primera, el sentimiento de que Chávez hizo realidad el sueño de los más desfavorecidos; la segunda, ver al príncipe de España haciendo guardia a la espada de Bolivar, anécdota seguida de risas en el auditorio, que se repitieron cuando alguien adelantó que pronto acusarán a Maduro de haber sido puesto ahí por Chávez, mientras en esta España que va dando lecciones de democracia fue el dictador Franco el que puso de jefe de Estado a Juan Carlos I, hace 38 años, y aún sigue ahí sin haber pasado jamás por unas elecciones, y encima, en una Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, tuvo la osadía de decirle a un Presidente elegido por su pueblo, precisamente Chávez, que se callara.
El Coordinador Federal de Izquierda Unida de España lanzó un brindis a Cuba, dijo que sin Cuba hoy no se entendería el cambio en la República Bolivariana de Venezuela, de igual forma que sin la República Bolivariana de Venezuela no se entendería el cambio en América Latina.
El embajador de la República Bolivariana de Venezuela en España, Bernardo Alvárez, también habló de la lucha por la unidad en el continente: “No habrá patria de la República Bolivariana de Venezuela si no hay patria latinoamericana” y resaltó el trabajo ya desarrollado con el Alba, Petrosur, Unasur y la Celac. También recordó las palabras de Chávez en las que decía “que nadie se entristezca, no hay espacio para el dolor. Nadie dijo que esto fuera fácil”. El embajador concluyó esa idea con una petición: “Que el dolor se transforme en la lucha para continuar”.
Se habló de viviendas, de cómo a diferencia de lo que pasa en España, el Gobierno Bolivariano de Chávez creó 347.000 viviendas en 20 meses para acoger a la gente que no tenía casa. También de salud, de la ampliación del sistema de pensiones, de la erradicación de la pobreza y la exclusión social, de la erradicación del analfabetismo, del apoyo a la cultura, de las misiones y de muchas más cosas.
Paloma López, Secretaria Federal de Empleo y Migraciones del sindicato Comisiones Obreras argumentó cómo en un momento en el que vivimos un proceso de involución económica, social, política y de derechos, en el que va ganando el neoliberalismo, “hay países y Gobiernos que nos indican que otro camino es posible: la República Bolivariana de Venezuela y su Gobierno han situado a las personas en primer lugar, frente a los mercados y las políticas neoliberales”. Añadió que “es un soplo para la esperanza saber que hay otras alternativas” y recordó que el salario mínimo en la República Bolivariana de Venezuela es el más alto de América Latina.
Por su parte, el eurodiputado de Izquierda Unida de España, Willy Meyer, transmitió el saludo de Izquierda Unida de España en el Parlamento Europeo, apuntando que el legado de Chávez no se conoce todavía, y comparando las posiciones revolucionarias de Chávez frente al neoliberalismo insostenible que hoy gobierna la Unión Europea.
Desde Andalucía (sur de España), fue Diego Valderas, Coordinador Regional de Izquierda Unida de Andalucía y Vicepresidente de la Junta de Andalucía, quien hizo llegar el respaldo del Gobierno andaluz.
El mundo de la cultura, del deporte, del espectáculo, la universidad y el periodismo comprometido expresaron su apoyo a la Revolución iniciada por Chávez. El actor Willy Toledo recordó que Felipe González fue asesor del ultraderechista Capriles, que se enfrentó a Maduro en las pasadas elecciones.
Y del ultraderechista Capriles también habló Fernando Marín, Vicepresidente de la Sociedad de Gestión de los Actores Españoles, para decir que la oposición oligárquica venezolana no se ha enterado de que la Revolución Bolivariana ha transformado la conciencia de la gente, y siguen planteando las mismas propuestas de siempre para los mismos de siempre.
El futbolista Ángel Cappa apuntó que Chávez enseñó al pueblo a no depender de sus representantes, y que con él el pueblo recuperó la esperanza.
Ángeles Díez, profesora en la Facultad de Políticas y Sociología en la Universidad Complutense de Madrid advirtió de la guerra mediática de la derecha, señalando que “los medios de comunicación son las armas de destrucción más masiva contra los pueblos”. En este punto se destacó el hecho de que hay más diversidad ideológica en los medios de comunicación venezolanos que en los españoles. También que a Chávez no se le ha criticado por sus compromisos sino por sus virtudes, como era el compromiso que tenía el Presidente con las clases populares y su valentía para plantar cara al capitalismo. Suya es la consigna “con el capitalismo no hay democracia”.
El periodista Roberto Montoya dio la clave de por qué a Chávez se le trató con tanta saña, y por qué lo seguirán haciendo con Maduro: España es el segundo inversor en América Latina y el Caribe; es un negocio con 500 millones de habitantes, que crece y que da enormes ganancias, y las multinacionales españolas lo defienden con uñas y dientes. Estas multinacionales son precisamente las accionistas y anunciantes de los medios de comunicación. Y esto explica la guerra mediática y el hecho de que España hoy cumpla un vergonzoso papel de vanguardia de la ultraderecha en América Latina. Roberto Montoya, que cerró la amplia tarde de intervenciones, reprodujo aquella frase de lucha que marcó la jornada: “Cuando cae un combatiente no hay que llorarlo, hay que coger su bandera y su fusil”.