De la Redacción
Un grupo de militantes de UOCRA seccional La Plata, agredió a golpes de puño a un delegado de base de UETTEL (Unión de Empleados Técnicos de las Telecomunicaciones), en el marco de una fuerte disputa sindical que los telefónicos mantienen con el gremio de la construcción que en la comuna platense lidera Juan Pablo Medina. El hecho ocurrió frente a la sede de la empresa, ubicada en la calle 47 entre 8 y 9.
Se trata de Néstor Arce, trabajador telefónico que presta servicios en la empresa TPRIPLA (Telefonía Privada Platense), una de las tantas compañías tercerizadas de la empresa telefónica que fueron creadas para suprimir cualquier posibilidad de generar una relación de dependencia directa entre trabajadores y compañía.
Es que los delegados de base vienen denunciando “vaciamiento, fraude laboral” y maniobras orientadas a negar el reconocimiento legal a los trabajadores de UETTEL, que fueron elegidos como representantes sindicales en elecciones limpias y transparentes.
En ese marco el conflicto se agudizó a partir de la intervención del gremio de la construcción (UOCRA), el que según los dirigentes de UETTEL desembarcó en “complicidad con la patronal para amedrentar el desarrollo y la construcción sindical que UETTEL bien realizando en representación de los trabajadores precarizados”.
UOCRA reclama la supuesta representación de los empleados de las empresas tercerizadas por telefónica, pero UETTEL dice que eso no es posible y que la pertenencia de UOCRA estaría dada solamente en aquellas ramas vinculadas a la construcción y montaje de plantas.
En conferencia de prensa la CTA disidente, que a nivel nacional lidera el estatal Pablo Miceli y en la provincia de Buenos Aires el estatal Oscar De Isasi, denunciaron a la empresa telefónica, aseguraron que hubo una zona liberada por la policía para que se perpetrara la agresión y rechazaron este tipo de metodologías al entender que fue un marco laboral similiar el que terminó con la muerte del trabajadores ferroviario Mariano Ferreyra.
A Néstor Arce lo agredieron cuando intentaba ingresar a la empresa. Fue un grupo de trabajadores de UOCRA, por lo menos 8, los que lo golpearon duramente en medio de amenazas y agresiones verbales. Los agresores le decían que “si no se es de UOCRA, aquí no trabajaba nadie más”. Arce narró que cuando quiso entrar al edificio le dijeron: “si sos de UETTEL no nos llames compañeros. Ahí me agarraron de la ropa y me decían tomatelás. Cuando me di cuenta me estaban matando a patadas en el suelo, y me rompieron todo, la cara, los anteojos”.