Fracaso escolar en los políticos y los medios

Fahy, el escritor y los irlandeses
20 septiembre, 2014
Del hallazgo de Luciano Arruga a los inundados de La Plata: el derrotero de la corrupción policial
18 octubre, 2014

Por Yanina Lofvall

Cuando si ser o no opositor, es el centro del debate.

El Nuevo Régimen Académico 2014 que se aplicará en el próximo ciclo lectivo, dejó en claro una vez más que el eje del debate no son los niños, ni sus derechos, ni la educación sino el próximo “ciclo electivo”

Los análisis mediáticos y de representantes de movimientos  partidarios y de los gremios se limitan a la reproducción de una parodia a la que ya nos hemos acostumbrado: si es opositor el Nuevo Régimen es nefasto,  si es oficialista el Régimen es perfecto.

Intentemos creer por un momento que podemos separarnos de banderas partidarias y pensar en la educación como un problema coyuntural que debe ser solucionado para poder superarnos como país, como nación. La educación es la herramienta de lucha por antonomasia  y la crisis más compleja que atraviesa es un  sistema educativo colapsado por el complejo cambio social y por no contar con herramientas pedagógicas que respondan a las demandas del siglo XXI.

Los títulos más escandalosos plantean que ya no existirán los aplazos y que no existirá la repitencia en el nivel primario. Con el agravante según algunos medios que los alumnos podrán llevarse “previas”.

El nuevo régimen plantea, como el anterior, un sistema de evaluación permanente e individual, teniendo en  cuenta que no todos los niños son iguales y que tienen realidades diferentes. Por lo tanto con las mismas enseñanzas no todos arriban a las mismas conclusiones (como en la vida misma). Por lo tanto el docente conjuntamente con el equipo directivo, habiendo acordado previamente criterios de evaluación, debe tener en cuenta a la hora de calificar que el niño vaya progresando en su recorrido individual escolar y no que todos los niños lleguen a los mismos resultados en el mismo tiempo. Esto es por respeto a la diversidad.

La repitencia en el único estadio que no se permite es en el primer año  de escolaridad del nivel primario,  se trabaja en “unidad pedagógica” con  segundo, respetando los tiempos diversos que tienen en la alfabetización los niños de esa edad, porque mucho depende de los estímulos que recibieron en su núcleo familiar previamente.

En cuanto a las materias “previas” que mencionan los medios, el nuevo reglamento plantea que se puede promover de año solo con “una previa” y si en el siguiente año no se aprobara deberá permanecer un año más en ese curso. Teniendo en cuenta una vez más que los niños tienen tiempos diferentes y se habla solo de la consideración de un área y no más.No se plantea la imposibilidad de desaprobar a un alumno, se plantea no poner en primaria 1, 2 y 3, pero se aprueba con 7, por lo tanto se puede desaprobar con 4, 5 y 6.

La familia es invitada a ser participe permanente dentro de la escuela

Un dato relevante es la propuesta en el capítulo 8, que si bien tampoco es algo nuevo, sí está reglamentado con mayor detalle. Se propone  la participación de los padres en las decisiones de la vida institucional en cuanto a convivencia y vida cotidiana de la escuela.

Se invita,  como lo hacen ya algunas escuelas pedagógicas y de gestión social, a crear consejos de convivencia donde participen los miembros de la comunidad educativa para  la elaboración de los Acuerdos Institucionales de Convivencia y en el seguimiento anual de su implementación.

Alumnos, padres, docentes, directivos, personal administrativo y auxiliar deben participar en la conformación de consejos de aula, de ciclo y de convivencia donde cada uno de estos actores tenga un representante.

La creación de estos consejos invita a instancias de mediación de conflictos y debate de los mismos, con el planeamiento de normas, propuestas y seguimientos de posibles soluciones e intervenciones en la realidad educativa de cada institución.

Este capítulo retoma una causa pendiente de la mayoría de las escuelas pero también de la mayoría de los padres, participar en la escuela de sus hijos como miembros y partes del acto educativo.

Una arista novedosa que tristemente no abrió debate en los medios ni en los políticos mediáticos.  Pero que es sumamente interesante para que todos los miembros de la comunidad educativa participen en la vida cotidiana y en las problemáticas de la institución y poder opinar con mayor conocimiento y proponer posibles cambios de una manera más activa.

Un requisito fundamental para abrir un debate con mayores argumentos y con un nivel de compromiso más serio: leer el Nuevo Régimen Académico.

http://www.fmmeducacion.com.ar/Sisteduc/Buenosaires/Documentos/2014/01-Resolucion-1057-14-Regimen-Academico-Primaria.pdf

 

 

Comments are closed.