Un grupo de estudiantes y docentes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata asumieron el desafío de romper las barreras que suele imponer la discapacidad e impulsar, al mismo tiempo, la inclusión a través de la práctica deportiva.
Con esfuerzo, ingenio y mucho espíritu solidario, alumnos de las carreras de Electrónica y Mecánica acondicionan sillas de ruedas para que personas con diferentes discapacidades motrices puedan jugar al futbol.
La unidad académica ya superó la primera etapa del proyecto para acondicionar sillas de ruedas que permiten la práctica del denominado “Powerchair Football” a chicos con discapacidad motriz. Se trata de un deporte adaptado para personas con algunas discapacidades motrices que se movilizan en sillas de ruedas motorizadas.
Con reglas muy similares a las del futbol, el juego consiste en dos equipos de cuatro jugadores cada uno, que poseen sillas equipadas con protecciones metálicas para atacar, defender y golpear una pelota de fútbol.
La iniciativa se sustenta en un acuerdo firmado entre el Club de Gimnasia y Esgrima La Plata con la Universidad Nacional de La Plata, a través de UNITEC (Unidad de Investigación y Desarrollo para la Calidad de la Educación en Ingeniería). De este modo, en el marco de un programa de Voluntariado Universitario, estudiantes junto a docentes de las carreras de Ingeniería Electrónica y Mecánica, se encargan de reparar y adaptar sillas de ruedas que no están en condiciones, y que luego son entregadas a chicos que no la pueden adquirir por sus propios medios.
Esta prueba piloto articulada entre la secretaría de Extensión de Ingeniería y las carreras de Electrónica y Mecánica cuenta con la participación de 20 alumnos divididos en 7 grupos de trabajo. Algunos de ellos enmarcan su participación en el proyecto dentro de las Prácticas Profesionales Supervisadas (PPS), que abarcan 200 horas de trabajo sobre una tarea específica.
Lejos de agotarse en esta instancia, desde la facultad adelantaron que el proyecto de aportar soluciones para la práctica del deporte adaptado buscará expandirse a otras disciplinas como el Ping Pong y el Básquet.
El proyecto fue presentado en el Programa Nacional de Desarrollo y Voluntariado de la Secretaría de Políticas Universitarias (que apoya con subsidios la posibilidad de realizar este tipo de prácticas extensionistas donde no existe intercambio de dinero por el trabajo realizado, su finalidad es exclusivamente social) y adjudicado con un presupuesto que permitió la adquisición de motores, baterías e insumos para reparar y acondicionar las sillas.
La propuesta contempla además una adaptación especial para que los hermanitos, familiares o amigos que no tienen problemas motrices, puedan compartir el juego. “A veces se piensa que el deporte adaptado a personas con discapacidad es sólo para ellos, con lo cual lo hace exclusivo, no inclusivo. Por eso una silla la puede usar un chico que tiene un problema motriz, y la otra el que no tiene inconveniente. Entonces los dos hermanitos podrían jugar juntos en un deporte”, expresó el ingeniero Flavio Ferrari, director del proyecto.
Respecto a los avances del proyecto, Ferrari explicó que, “en su momento recibimos de APRILP una donación de sillas rotas, algunas de las cuales estaban a punto de ser tiradas. De esa primera tanda, una ya está terminada, hay otra a la que sólo le restan detalles, y luego tenemos cinco más en espera para que sean trabajadas por los 20 alumnos de Ingeniería involucrados en la iniciativa”.
El Powerchair Football es un deporte adaptado y promovido por Powerchair Argentina (http://www.pcfa.com.ar), una fundación que tiene como objetivo integrar a personas con discapacidades motrices a la práctica deportiva y promover su inclusión social. Actualmente la fundación cuenta con 6 sedes: Pacheco, Rosario, Mar del Plata, Córdoba, Bahía Blanca y La Plata y en total son 50 las personas que practican este deporte en todo el país.
Para poder participar, los interesados podrán acercarse los lunes y sábados de 14 a 16 horas al polideportivo de UPCN (ubicado en calle 87 y 143). Cabe destacar que la convocatoria está abierta a personas que, de momento, no posean silla de ruedas motorizada.