Por Juan Quesquén Rodríguez.
En el marco del Día del Trabajador se llevó a cabo un emotivo encuentro entre la electa congresista del Perú, Indira Huilca Flores y Nélida Gamboa, madre de Sandra Ayala Gamboa, joven peruana víctima de femicidio en La Plata – Argentina.
En su paso por la Argentina la congresista del Frente Amplio del Perú realizó un conversatorio con la presencia de la colectividad peruana y referentes de organizaciones sociales y políticas, en el barrio del Mondongo (lugar que viera nacer al inventor del Bypass, Rene Favaloro).
Indira Huilca es hija del mártir del sindicalismo peruano, Pedro Huilca Tecse, asesinado en Diciembre de 1992 (a ocho meses del autogolpe que instalará a la dictadura fujimorista por 10 años en el poder) por el grupo paramilitar ‘Colina’ que estructuró el gobierno de Alberto Fujimori en complicidad con Vladimiro Montesinos (ex agente de la CIA).
Indira Huilca es joven, mujer, feminista y defensora de los derechos Humanos. Ella, de 27 años, fue electa por el Frente Amplio convirtiéndose en la segunda congresista más joven del parlamento peruano 2016 – 2021.
Elocuente al hablar, con una mirada que expresa sencillez y se condice con su forma de ver la vida y actuar, hace de Indira una política distinta a los ‘tradicionales’. Ella entiende que los procesos se dan de a poco y tiene claridad al manifestar que el Frente Amplio debe madurar y estar a la altura de la responsabilidad que los peruanos han depositado en ellos y ellas.
Nélida Gamboa, madre de Sandra Ayala Gamboa, llegó a la Argentina en Febrero del 2007 luego de enterarse de la desaparición de su hija. Desde aquellos días llenos de desesperación, ira, tristeza e impotencia, la vida de Neli (como le decimos quienes la conocemos) giró 360 grados; ella, ya no será la misma.
Neli llegó a la Argentina a buscar a su hija con vida, y encontró el cuerpo de Sandra ultrajada, sin vida y abandonado en un edifico público, y según las autoridades: no había responsables. Le dijeron que se regrese al Perú, que el cuerpo de Sandra lo repatriarían y que se olvide lo que pasó.
Mientras Neli dormía en su casa de Ancon en Lima, en sus sueños aparecía Sandra y le decía que tenía que volver a la Argentina a buscar justicia, que ella la esperaba allá. Los sueños se repitieron por unos días más y Neli entendió que debía volver. Ella dejó todo: su familia, su casa, sus amigos y su vida. En la Argentina se encontró sola, sin nada, con la indiferencia de las autoridades y lo peor, con la indiferencia de su propia colectividad. Sin embargo supo encontrar nuevos amigos y compañeros que la acompañaron en las marchas de pedido de justicia.
Cinco años pasaron y en el 2012 capturaron al violador y asesino de Sandra y lo condenaron. Pero el vacio de la hija es irremplazable para una madre. En estos años Neli se fue formando en la lucha contra la violencia de género y se convirtió en una referente. Ella dice que su lucha continúa, que no quiere “que haya más Sandras”.
El encuentro:
El domingo 01 de Mayo Indira fue a visitar a Neli a su casa, allá donde los autos no ingresan porque cuando llueve la tierra y el agua forman un lodo que hace imposible su circulación.
Carlos le dijo: “Este es el barrio donde vive la colectividad peruana, Indira”. Y ella con una mirada y sonriente, sin decir una palabra les hizo saber a Carlos y Ortiz que era donde mejor se sentía, caminando sobre la tierra, allí donde están los más humildes, los necesitados, quienes luchan por salir adelante.
El encuentro se dio al promediar las 10.30hs. en casa de Neli, un lugar pequeño, precario, humilde pero con un ambiente cálido. Se saludaron y Neli le contó sobre su situación y le pidió como favor que “cuando ella asuma que luche para que ningún peruano tenga que salir de nuestro país en busca de trabajo o estudio”. “Que no permita que los hogares se destruyan por la distancia. Que todos tengan la mismas oportunidades”. Neli no pedía nada para ella, sólo le pidió a Indira que si algún compatriota pasa lo que ella pasó, que el Estado peruano tenga presencia a pesar de la distancia, no quería que nadie pase la soledad y desidia que sintió.
Lo que Neli decía es totalmente justo, ella está hablando de los derechos y oportunidades para todos sin distinción de clase. Si Sandra hubiese podido estudiar medicina en una universidad pública de Lima (porque no podía pagar una universidad privada) no hubiese tenido que viajar a la Argentina y quizá ahora estuviese con su madre en Perú.
Indira, por su parte, se comprometió hacer todo lo posible para que los peruanos y peruanas tengan las mismas oportunidades, que desde el Frente Amplio van a trabajar para todo el pueblo peruano: los que vivan en el Perú y los que estén en el exterior.
Al finalizar la reunión Neli felicitó a Indira, se abrazaron y le deseo lo mejor en su nueva gestión y la invitó a visitarla nuevamente. Indira le dijo que sí.
Dos mundos se encontraron aquella mañana, con historias diferentes, una es mamá, la otra es hija, ambas tenían la misma mirada, de esas que te trasmiten tranquilidad y estremece tu cuerpo cuando las escuchas. Mujeres con esa templanza son las que construyen un país distinto, porque no se rinden, porque no se conforman, esas mujeres son las imprescindibles.
Luego del encuentro Indira participó del conversatorio con la colectividad peruana y antes de partir para Buenos Aires el comité del Frente Amplio La Plata la despidió con un almuerzo de confraternidad.