El retorno de los superordenadores de Raúl Reyes

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El 1 de marzo de 2008, en un operativo desarrollado por tropas colombianas, violentando claramente la soberanía territorial de Ecuador, fue bombardeado un campamento guerrillero de las FARC donde cayó abatido el número dos de esa organización, Luis Edgar Devia Silva, más conocido como Raúl Reyes. Las imágenes luego de esta acción mostraban como las bombas habían incluso arrancado las raíces de los árboles aledaños al campamento. A pesar de esto el gobierno de Colombia afirmaba que lo que pudieron rescatar de esas ruinas, fueron los ordenadores portátiles y varias memorias USB del extinto jefe guerrillero. Este material se convirtió así en una suerte de caja de Pandora de la cual podían extraerse una gran cantidad de documentos que comprometían a los gobiernos de Venezuela y Ecuador con la guerrilla, e incluso a funcionarios de otros países como era el caso del brasileño Marco Aurelio García, o en la misma Colombia a la senadora Piedad Córdoba.
En un controvertido informe realizado por Interpol, se afirmaba que los ordenadores eran efectivamente de Reyes y que no habían sido manipulados, aunque lo que resultaba más curioso de todo esto, era como estos artefactos habían podido resistir el bombardeo, a menos que ellos fueran atómicos y blindados. Lo cierto es que todo esto le permitió al entonces presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, hacer una ofensiva diplomática y generar conflictos con sus vecinos, en un momento donde estaba encaminada una suerte de acuerdo humanitario para la liberación de rehenes en poder de la guerrilla.
El conflicto entre Colombia con sus vecinos, especialmente con Caracas, se mantuvo mientras duró el mandato de Uribe, pero alcanzó una solución en agosto del año pasado cuando mediante la mediación del entonces secretario de la Unasur, Néstor Kirchner se pudieron acordar posiciones, entre los mandatarios Juan Manuel Santos y Hugo Chávez, en la ciudad colombiana de Santa Marta convirtiéndose esto, en un gran éxito diplomático del ex mandatario argentino. Para este entonces los enigmáticos documentos de los superordenadores ya habían pasado a ser una extraña fábula de poca credibilidad.
Lo interesante es que esta semana haya sido publicado un informe, elaborado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés) de Londres, a partir del contenido de las computadoras del desaparecido Raúl Reyes, donde nuevamente emergen una cantidad de documentos que intentan demonizar a Venezuela, Ecuador e incluso al posible presidente del Perú, Ollanta Humala.
Pero a pesar de todo esto, lo que podemos ver es que la realidad sudamericana cambió sustancialmente. Colombia tomó la posición de no comentar el informe del IISS, con el efecto de mantener el acuerdo de Santa Marta, mientras que la canciller de este país, María Ángela Holguín, por su parte, dijo haber conversado con su par venezolano, Nicolás Maduro, sobre la salida de ese informe y coincidieron en que pasaron esa página. Holguín añadió que espera que ese informe «no traiga ruido» ni «dañe el camino» trazado con Venezuela y Ecuador tras el restablecimiento en 2010 de las relaciones con ambos países, afirmando que: «Esta nueva relación y nuevo acercamiento con Venezuela y Ecuador hace que uno tenga que pasar página y mirar hacia adelante», remarcó la canciller al insistir en que el Gobierno colombiano no va a comentar el informe del IISS.

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