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Valeria Marano

La escritora Valeria Marano comparte una experiencia de vida.

Valeria Marano

En un momento duro de mi vida no podía ni si quiera oír música, comer, hablar. Era grave. La razón no quería ser escuchada por mí. Mis sentimientos manejaban mi cuerpo.

Fui a varios psicólogos y psiquiatras durante dos años seguidos y no mejoraba.

Mi sistema inmune estaba quebrado, baje de peso, cambios en ánimo, frustración, bronca, enojo con la vida.

Un día me levante y quise hablar con una persona. Fui a verla. No sé porque esa persona, pero lo sentí. Algo estaba oyendo de pronto. Le pregunté “¿qué tengo?”, “¿Qué me pasa?”.

Me respondió: “No estás permitiéndote ser feliz”, “No necesitas medicación, necesitas ser vos, porque no tenés nada”. Esa persona de la que te hablo es un gran médico, a quien estimo mucho por su calidez humana.

¿Era eso todo? ¿Ser feliz, estar bien?

Me di cuenta que mi cuerpo, mi mente estaban perdiendo mucha energía en estar mal, en pensar en negativo, en quedarme con cosas atravesadas en la garganta que explotaban por dentro.

Entonces ¿qué hacer?

Un día salí a caminar, al otro día hice una cuadra más. Era de a un paso por día. Recordé que de chica amaba hablar con las plantas. Lo había olvidado, como si estuviese mal hacerlo, con prejuicios de ser quien siempre fui ante una sociedad juzgadora y hasta hoy queda mucho por avanzar y hacer. Pero es uno quien debe romper el molde, porque uno modela, es uno quien elige, sos vos quien decide.

Entonces llené un espacio pequeño de plantas, me sentaba junto a ellas, hablaba, estaba con mis perras, leía y escribía.

Me había oído.

Deje la medicación bajo supervisión, me mantuve activa y todo fue cambiando tras dos años de haber vivido de un lado que no era el mío.

En estos tiempos, en este contexto donde todo se agudiza por muchas razones y vos lo sabes, escuchate. Si necesitas barrer para estar bien hacelo. Habla, expresate. Sola/o/e con quien quieras.

Sin hacer ni hacerte daño. Que lo más lindo es vivir.

Aprender a escuchar, a desarrollar la empatía .Son dones que solo si queremos se cultivan.

Sembrar la semilla de un bienestar con acciones, creeme es más fácil que caerte en la oscuridad y no salir.

En estos tiempos quiero decirte que todo se puede, que de verdad tenemos una fuerza, un poder que no conocemos por quedarnos del lado quieto. Inmóviles.

Hacé y no te abandones. ¡Hacé !

Así además podes ayudar  a otros.

 La perfección existe en la imperfección, equivocarse es humano y arreglar las cosas aún más.

Desde lo  bajo se puede subir.

Y desde lo alto se puede caer. No caigas.

Estoy segura de tus alas, de tu fuerza. Que está ahí.

Día a día. Pensá en el hoy .¿Hoy qué puedo hacer para salir de esto que me lastima? Y apelá a la creatividad, ayuda, búscala, a todo lo bueno y mucho que existe.


(27/11/2020)

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