Decir algo es poco, decir mucho también. Sin demasiadas palabras, Revista El Tranvía despide a uno de los periodistas y escritores más importantes que ha dado América Latina. En la memoria colectiva de los pueblos, quedará su obra magistral: la histórica, la narrativa, la de los grandes relatos de la humanidad y la de las historias mínimas. Sus artículos periodísticos, acaso sus aportes a la construcción de un periodismo comprometido con la historia de los pueblo oprimidos.
Con su muerte, se va un escritor que formó parte de una generación que vivió al calor de la lucha y el exilio. Desde “Las venas abiertas de América Latina”, a “El libro de los abrazos”, pasando por “El fútbol a sol y sombra”, en los pliegues de su palabra escrita quedarán alojadas aquellas ideas que resultaron significativas para la construcción de la memoria colectiva, la recuperación de los que no tenían voz, de los que no tenían nombres y fueron suprimidos al estado de “los nadie”.
Si hoy América Latina vive un proceso político en el que los pueblos de esta parte del mundo resignifican su cultura, su origen y piensan su presente y su futuro, es porque escritores del talante de Galeano contribuyeron para que eso fuera posible.
Gracias Eduardo, siempre te vamos a recordar.