Por Isaac Quispe Rojas.
Más de mil cooperativistas del programa Nacional “Ellas Hacen” que funciona en los talleres de Gambier reclaman que se les otorgué las viviendas asignadas mediante un convenio que firmaron con las autoridades nacionales luego de la inundación del 2 de abril, cuando muchas familias perdieron todo.
En La Plata el programa se implementó a raíz de la inundación y estaba destinado a mujeres en situación de vulnerabilidad y con situaciones de violencia. Desde 2013 se capacitaron en un sistema semi seco de construcción de placas, que fue un trabajo de investigación aportado por el CONICET para la vivienda económica. Y en agosto, septiembre empezaron a construir para alrededor de 36 compañeras que ya tenían terreno propio.
Pero como muchas compañeras no tenían casa, el Ministerio de Desarrollo de la Nación y el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires firmaron un convenio para la construcción de viviendas en el predio donado por el Hospital Alejandro Korn en la localidad de Romero, calle 175 y 526, destinada a las mismas trabajadoras del programa.
Es así que en diciembre de 2014 las cooperativistas iniciaron a construir sus propias viviendas. Comenzaron con el desmalezamiento y hasta que estuvieron en la obra se llegaron a construir 78 casas de bloques y 48 casas del sistema semi seco. Según el convenio se tienen que construir 410 viviendas, de las cuales, un 10% debe ser destinado a los externados del hospital y el resto para las cooperativistas.
Las cooperativistas son en total 1200, todas mujeres, ellas se vienen capacitando en los antiguos talleres de Gambier, ubicado en calle 56 y 135, en Los Hornos. Hasta hace aproximadamente 5 meses, ahí hacían las placas hasta que les dejaron de llegar los materiales y herramientas de trabajo.
En ese sentido pudimos hablar con algunas de las cooperativistas, una de ellas es Alina quién denunció que “actualmente la obra está paralizada. A nosotras nos sacaron de la obra y hoy en día, supuestamente nos están capacitando. Pero en los días de trabajo vamos al taller (de Gambier) sólo a sentarnos porque no tenemos actividad”. Ante la situación ella mostró preocupación: “Lo que nos urge es conseguir el convenio marco para tener la garantía de que el papel no se lo robe nadie. Porque el gobierno actual no ha dado lacara, la única visita fue del señor Nicolás Miller, director de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, quien nos dijo que las casas no iban a ser para nosotras”.
A su vez, también pudimos dialogar con Nancy Echeverría quién se refirió al cambio en el programa: “La nueva gestión empezó con una capacitación en el área de Salud, cuando en realidad a nosotras nos capacitaban en construcción. O sea, quieren dar un giro en el programa. Por eso, nos sentimos con mucha incertidumbre porque nadie nos informa nada, a las obras de Romero no nos dejaron ir más, y el programa ya no es cómo era antes. Tenemos miedo de que no nos den nuestras casas porque hay muchas compañeras con vulnerabilidad. Nosotras queremos que el programa se cumpla y queremos tener nuestro derecho a la vivienda digna”.
Otra de las cooperativistas, Natacha Chirinos, dejó notar su intranquilidad: “Yo no tengo casa, vivo en lo de mis viejos. Respecto del trabajo, estamos a la deriva, desganadas porque haber hecho un esfuerzo para tener un techo propio y al final no te lo den te desmotiva. Queremos que nos devuelvan las obras, nuestra intención es continuar trabajando, seguir haciendo el pastón, levantando las placas y que nos otorguen las viviendas”.
En otro sentido, Patricia Bramuel dejó ver las consecuencias del abandono del programa: “a mí, teniendo terreno cedido me hicieron desarmar la casilla que tenía y me dijeron que me iban a construir la vivienda, pero (la casa) quedó a medias y hoy está en la nada. Nicolás Meyer me dijo que mi casa era prioridad. Yo tengo artritis reumatoide, es una discapacidad, tengo certificado, pero igual yo cumplo, vamos al taller y desde diciembre no tenemos materiales. Lo que quiero es que vean mi caso porque me dejaron en la calle y tengo mis hijos desparramados”.