La reclamante y destinataria de esta restitución fue la Comunidad Cacique General de las Pampas Cipriano Catriel de la localidad de Azul.
La fecha de esta restitución está vinculada al «We tripantu», celebración sagrada que anuncia el «año nuevo mapuche» y coincide con el solsticio de invierno en el hemisferio sur, el día más corto del año.
El acta de cesión de los restos a la comunidad reclamante fue firmada ante escribano y durante la misma estuvieron presentes miembros de las comunidades indígenas, funcionarios del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas y autoridades de la Universidad Nacional de La Plata y de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo.
Luego de la ceremonia protocolar, los asistentes se trasladaron al Auditorio donde algunos de los presentes expresaron la importancia de este proceso de restitución.
«Este es un acontecimiento histórico para nuestro Museo», manifestó Silvia Ametrano, Directora de la institución. «Las restituciones son procesos a los que se llega junto a varios protagonistas y con diálogos francos y permanentes».A pesar de no tener registros biográficos ni historia de vida de los restos, «lo que estamos haciendo en este momento es restituir la condición de persona», afirmó Ametrano.
Marta Pignatelli Catriel, Presidenta de la Comunidad Cacique General de las Pampas Cipriano Catriel, agradeció la gestión de las autoridades y señaló que «es importante que nuestros hermanos vuelvan a la tierra a la que pertenecen».»Nuestra tierra no era un desierto, como se decía, había un pueblo y una cultura que fueron arrasados con la ambición de tomar sus tierras, tierras de las que vinimos y en las que tenemos que estar», aseguró la representante de la Comunidad Catriel de la ciudad de Azul.
Por otra parte, Nicolás Torre, Director de Afirmación de Derechos Indígenas del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, celebró el proceso e indicó que desde el organismo, además de acompañar permanentemente el reclamo, se busca «que las restituciones no se concentren únicamente en el Museo de La Plata sino en otras instituciones similares de todo el país».
A su vez, la Vicepresidenta de Asuntos Académicos de la Universidad Nacional de La Plata, Ana Barletta también manifestó la importancia de la restitución señalando que «es un camino a continuar». «Escucho mucho dolor en las palabras de las comunidades y acompaño totalmente este sentimiento», desde la Universidad de La Plata «estamos para reconocer esas memorias que tienen que ver con los derechos», agregó. «La Universidad está atenta a los reclamos sociales. Esta es una reparación histórica que suma otro eslabón en el reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios», concluyó Barletta.
La devolución de los integrantes de la Comunidad Catriel a sus reclamantes es el séptimo evento de restitución que el Museo lleva a cabo. Este proceso, que comenzó hace más de veinte años, permitió la devolución de los restos de restos de Inacayal, su mujer y Margarita Foyel, Mariano Rosas, Damiana Kryygi, Sekriot, tres individuos Selk’nam, Gerenal, Indio Brujo, Gervasio Chipitruz y Manuel Guerra.
Esta restitución ratifica la política que, desde 2006, lleva adelante esta institución contemplando el espíritu de la Constitución Nacional reformada en 1994, el convenio 169 de la OIT, la Ley Nacional 25.517 y los nuevos marcos éticos para museos.