Colombia: a 28 años de la toma del Palacio de Justicia piden por los desaparecidos

Orson Welles, Berta y la Ley de Medios
3 noviembre, 2013
A cien años del nacimiento de Albert Camus
7 noviembre, 2013

La Toma del Palacio de Justicia, en Bogotá, Colombia, también llamada Operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre, fue un asalto perpetrado 6 de noviembre de 1985 por un comando de militantes revolucionarios del Movimiento 19 de abril (M-19) a la sede del Palacio de Justicia, ubicado en el costado norte de la Plaza de Bolívar de Bogotá, frente a la sede del Congreso y a una cuadra de la Casa de Nariño, la residencia presidencial.

DESAPARECIDOS28ANOS-d259d

Imágenes de los desaparecidos durante la toma.

Por Red de Defensores de los Derechos Humanos de Colombia

LOS DÍAS 6 Y 7 DE NOVIEMBRE SE CONMEMORAN 28 AÑOS DE LA TOMA Y LA RETOMA DEL PALACIO DE JUSTICIA DE COLOMBIA. LOS FAMILIARES DE LOS DOCE DESAPARECIDOS NO HAN CESADO SU BÚSQUEDA NI UN SOLO DÍA. SU RECLAMO ES JUSTO Y PERMANECE TAN VIGENTE COMO SI FUERA AYER EL PRIMER DÍA QUE SUS SERES QUERIDOS NO REGRESARON A CASA.

La Toma del Palacio de Justicia, en Bogotá, Colombia, también llamada Operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre, fue un asalto perpetrado 6 de noviembre de 1985 por un comando de militantes revolucionarios del Movimiento 19 de abril (M-19) a la sede del Palacio de Justicia, ubicado en el costado norte de la Plaza de Bolívar de Bogotá, frente a la sede del Congreso y a una cuadra de la Casa de Nariño, la residencia presidencial.

Los miembros del M-19, denunciaban que el ejército hacía unos meses había roto un cese al fuego después de que el gobierno de Belisario Betancur Cuartas incumpliera los acuerdos firmados el 24 de agosto de 1984, denominados los Acuerdos de Corinto, a través de los cuales el presidente colombiano se comprometía a lograr la paz con los grupos guerrilleros. De hecho en 1983 había mantenido un encuentro en España con los comandantes del M-19, Iván Marino Ospina y Álvaro Fayad, lo que se constituyó la primera vez que un presidente colombiano en ejercicio se reunía con militantes revolucionarios de Colombia.

Durante la incursión la Policía Nacional y el Ejército Colombiano, rodearon el predio e iniciaron una operación de retoma del mismo que se extendió hasta el jueves 7 de noviembre de 1985. El M-19 mantuvo a cerca de 350 rehenes entre magistrados, consejeros de Estado, servidores judiciales, empleados y visitantes del Palacio de Justicia.

Los sucesos concluyeron 27 horas después y dejó un saldo de 98 muertos, 11 de ellos magistrados, y 12 personas desaparecidas en circunstancias que todavía no han sido debidamente investigadas puesto que se sospecha que en el medio hubo ejecuciones sumarias.

Por las investigaciones emprendidas por la Fiscalía General de la Nación desde el año 2005, sobre los civiles desaparecidos durante la retoma del Palacio por parte del Ejército y que salieron con vida del hecho quedando en custodia de la Fuerza Pública, ha sido detenido el coronel (r) Alfonso Plazas Vega.

Es el caso del Magistrado Carlos Horacio Urán Rojas, a quien se puede observar, tras conocerse un video en 2007 difundido por la cadena Noticias Uno,  que sale vivo del Palacio de Justicia pero lo encontrarán muerto un día después en el propio Palacio de Justicia.

Las familias de los doce desaparecidos del Palacio de Justicia nunca fundaron una organización de víctimas, ni tiene estatuto alguno, pero como dice María del Pilar Navarrete, esposa de uno de los empleados de la tienda del Palacio que nunca regresó a su casa, “A nosotros nos fundó la violencia y la espera por nuestros familiares”.

28-anos-palacio-justicia

Toma del Palacio de Justicia y represión militar.

Este año conmemoran 28 años de búsqueda y reclamo al Estado. Es muy poco lo que se han acercado a la verdad. “Hay mucha gente a la que no le interesa que se sepa qué pasó. Por eso cada vez que abrimos una puerta nos la cierran de inmediato”, asegura Pilar. Las doce familias han permanecido juntas apoyándose y transmitiéndose información sobre los procesos judiciales, las búsquedas particulares y compartiéndose cualquier pista que les ayude a responder a una sola pregunta: ¿Qué pasó con sus familiares después de 7 de noviembre de 1985?

Las personas de quienes esperan tener noticias eran los ocho empleados de la cafetería, tres de las visitantes esporádicas y la guerrillera que estaba a cargo de la toma de la cafetería. Hace algunos años entregaron los restos incompletos de uno de ellos, pero nunca pudieron cerciorarse de que fueran los verdaderos.

Pilar, quiere que le devuelvan los restos de su esposo Héctor Jaime vivo y conocer la verdad de lo que pasó. “A estas alturas no quisiera encontrarlo vivo. Quisiera haber encontrado sus restos hace rato y no estar en esta fregadera, porque sé que los torturaron y no quiero imaginar por lo que habría pasado durante 28 años desaparecido”.

Comments are closed.