La licenciada María Inés Baragatti fue docente en la Facultad de Ingeniería de la UNLP durante cuatro décadas. Un grupo de alumnos de diversas generaciones decidió organizar una clase especial para distinguirla por su amor y compromiso con la docencia. El encuentro tendrá lugar el próximo martes 16 de mayo, en el Departamento de Electrotecnia
Durante cuarenta años Baragatti enseñó con pasión sobre una de las ciencias duras considerada “cuco” por generaciones de estudiantes, y logró que sus clases fueran distintas. En un comunicado, desde la casa de estudios manifestaron: “La matemática se volvió amigable, tangible, y hasta despertó vocaciones por la docencia en muchos jóvenes. Tanta entrega y compromiso por parte de la licenciada en Matemática, María Inés Baragatti, serán reconocidos el próximo martes 16 de mayo, a las 14 horas, en el aula E-35 del 2do piso del Departamento de Electrotecnia de la Facultad de Ingeniería de la UNLP, cuando será homenajeada por ex alumnos de distintas épocas”.
En la oportunidad, la profesora jubilada dará una clase especial sobre “Fundamentos de números complejos”. “La idea es registrar su arte, su magia, porque dando clases es brillante”, expresó el estudiante de Ingeniería Electrónica, Damián Pedraza, impulsor de la iniciativa y mentor de “Docentes Apasionados”, un grupo de alumnos de la Facultad que tiene como objetivo homenajear y distinguir, a través de eventos públicos, a docentes que demuestren desarrollar su trabajo con verdadera pasión, vocación, amor y compromiso.
“Muchas veces la sociedad no los identifica como protagonistas del cambio social que tanto necesitamos. Docentes Apasionados sí lo hace: y lo demuestra a través de sus proyectos”, señalaron los organizadores.
El encuentro, que cuenta con el apoyo del Departamento de Electrotecnia, promete ser emotivo y los seguidores de la profesora, quien también fue docente en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), siguen las últimas novedades y comparten anécdotas a través de la página de facebook “Yo cursé con Baragatti”.
“Nos daba todo. Dejaba el alma en el aula. Por eso no podemos permitir que pase desapercibida. Si logramos que un chiquito o chiquita vea en algún momento el video que vamos a hacer de su clase y el día de mañana decide dedicarse a la docencia, entonces estamos cambiando la sociedad”, concluyó esperanzado Damián.