Al finalizar el acto de jura del gabinete provincial, el flamante ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, dio declaraciones a la prensa respecto a la situación carcelaria en la provincia de Buenos Aires: «En PBA existe una Suprema Corte con alto prestigio y gran capacidad de gestión. Con ellos vamos a tratar los temas más importantes. También tenemos por delante una política de DDHH muy importante que desarrollar. Lo que tiene hoy más actualidad es la situación de las cárceles. Es un tema urgente por la sobrepoblación que es la más alta que se ha registrado en la historia penitenciaria de Buenos Aires. Tenemos 49.400 internos con 24.000 plazas. Es decir, que el déficit y la sobrepoblación alcanza a aproximadamente 20.000 internos que están viviendo en condiciones que hay que mejorar».
En tanto el ministro también se refirió a las huelgas de hambre sucedidas en los últimos días y adelantó la conformación de una mesa de diálogo con todos los sectores involucrados. «En función de esta situación que Casación de la provincia, que es el máximo tribunal de justicia, la había calificado en septiembre como una crisis humanitaria por las condiciones de la población carcelaria. La Corte ya confirmó en su momento tomar medidas. Casación lo reiteró en el mes de septiembre. Ayer la Corte por superintendencia dictó un acordado en donde nos notifica la necesidad de crear una mesa de diálogo. El gobernador va a ser notificado en breve de esta decisión. Lo más probable es que conformemos una mesa de diálogo con todos los sectores involucrados, sectores estatales, me refiero al Ministerio de Justicia como representante del poder ejecutivo, al poder legislativo con sus dos cámaras, a los sectores que la Corte decida enviar y a los organismos de DDHH. Nos interesa mucho la participación de la Iglesia que ha tenido una historia de preocuparse por el sistema carcelario, lo ha manifestado el Papa. Vamos a conformar la mesa de diálogo lo más rápido posible. El gobernador me notificará hoy o mañana».
Asimismo agregó que «Buenos Aires necesita una política criminal adaptada a las convenciones internacionales, ajustada a los fallos de la Corte Interamericana y adaptada a la interpretación del caso Verbitsky. La política penitenciaria no puede estar autonomizada de la política criminal. Y la política criminal se debe hacer en los compromisos internacionales que tiene la Argentina, en la Constitución y en las normas. Hay abundante normativa tanto internacional como comunitaria para elaborar una política criminal que resuelva esta deuda de la democracia. El problema de las cárceles es una deuda de la democracia. Hay que hacerlo entre todos. Merece una reforma profunda que va a llevar tiempo pero hay que encararla. Hay que resolver cuestiones transitorias como las huelgas de hambre que empezaron a desprenderse de una falta de alimentos y medicamentos”.
Para finalizar, Alak hizo mención a las personas que aún no tienen condena y dijo que: “es un tema que se va analizar en la mesa de diálogo que la Corte Suprema de Justicia decidió que se convoque”.
Y agregó: «Hay que elaborar una política criminal ajustada a las normas internacionales. Cuando nos notifique el gobernador lo vamos a analizar en la mesa de diálogo para diseñar una política criminal que solucione el tema carcelario de PBA”.
(Publicado el 16/12/2019)