A partir de ahora la Estación Avellaneda se llamará DARIO SANTILLÁN Y MAXIMILIANO KOSTEKI

De la Redacción

11 años después del 26 de junio de 2002, del despliegue represivo de cuatro fuerzas de seguridad en conjunto ordenado por el gobierno de Eduardo Duhalde, conocido como la Masacre de Avellaneda, el Congreso Nacional Argentino aprobó el cambio de nombre de la estación ferroviaria Avellaneda, donde fueron asesinados los militantes populares “Darío Santillán y Maximiliano Kosteki”.

 Los familiares de Darío, sus amigos y sus compañeros de militancia agrupados en el Frente Popular Darío Santillán expresaron su “alegría porque esta iniciativa parlamentaria que impulsamos desde el 2006 tenga sus frutos”. Asimismo consideraron que “de esta manera la memoria popular, la dignidad, los valores de la juventud militante que dio la vida por mejores condiciones para nuestro pueblo, son reconocidas de alguna manera”. 

En ese marco consideraron que “el cambio de nombre, por el “Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, es un hecho histórico, ya que la estación donde murieron nuestros compañeros lleva el nombre de los valores que tenemos que tener siempre presentes, llevará el nombre de dos luchadores populares que fueron asesinados en el lugar en una movilización masiva que fue reprimida brutalmente por el gobierno de Duhalde”. En ese sentido aseguraron que “Darío y Maxi son ejemplo de la juventud comprometida, que con su lucha y su entrega marcaron a miles de hombres y mujeres jóvenes y adultos de nuestro pueblo”.

 En un comunicado de prensa el frente Popular Dario Santillán expresó que “con la designación oficial del nombre de la Estación, se ratifica lo que hace once años los movimientos populares venimos expresando como pueblo”. 

Por último señalaron que “Darío y Maxi viven en cada persona que sigue luchando por sus derechos, que se organiza para luchar y transformar la sociedad en la que vive, pensando en el provecho de 40 millones que habitamos este país”. Y remarcaron que esa lucha se evidencia, por ejemplo, “en la bloquera donde trabaja su hermano y en el Polo Textil construido por sus compañeros de militancia en la estación donde fueron asesinados, y que ahora llevará sus nombres”.