Nuevamente los carreros se movilizaron frente a la sede de la municipalidad de La Plata, tras concentrarse en la zona de 7 y 45, para reclamar al municipio la posibilidad de continuar recogiendo cartones y residuos reciclables.
Ocurre que en La Plata la tracción a sangre es una modalidad que fue prohibida por el decreto municipal Nº 7.280 del año 1969, y en función de esta normativa los inspectores municipales impiden el derecho al trabajo de los sectores más vulnerables de la sociedad. La prescripción, incluso, contempla el secuestro de los animales que son utilizados para el acarreo de los materiales que juntan en la calle.
En la comuna se cree que circulan diariamente alrededor de 1500 carros traccionados por caballos y otros 500 tirados por personas. Cada uno transporta entre 300 y 500 kilos por día de residuos no habituales. Pero con el impedimento de trabajar, los carreros son reemplazados por los camiones de las cooperativas de trabajo.
El desplazamiento los ha obligado a trabajar contra las normas comunales, “pero los operativos cada vez más intensos impiden el retorno al oficio”, explicó Eva Jansen, esposa de uno de los cartoneros movilizados. En ese marco, redoblaron el reclamo frente a la sede del palacio municipal a la espera de una respuesta favorable de parte de las autoridades municipales.
Aquí la entrevista con Eva Jansen, una de las coordinadoras del colectivo de cartoneros de la ciudad: