Las organizaciones de Derechos Humanos realizaron hoy una conferencia de prensa en las puertas de Tribunales de 8 y 50 de la ciudad de La Plata. Rechazaron el beneficio de la prisión domiciliaria otorgada al genocida Miguel Etchecolatz, en una de las causas por la que fue condenado a cadena perpetua.
El pasado 28 de abril, la Sala 1 de Casación le otorgó prisión domiciliaria en parte de la causa Banfield. Sin embargo quedó sin efecto ya que hubo un fallo anterior del día 20 de abril de la Sala 4, en la causa que investiga los hechos cometidos en la Brigada de Avellaneda en el Infierno, donde se le había rechazado la domiciliaria dado que no hay justificativo. Los peritajes médicos siguen diciendo que puede estar perfectamente detenido.
En ese sentido, Nilda Eloy, ex detenida desaparecida e integrante de Justicia YA manifestó su descontento: “Lo terrible, lo que fue un cachetazo para muchos, es que el día que esta cámara sacó ese fallo, aunque sabía que no se iba a ser efectiva, ese mismo día estábamos todos con lo terrible que fue la violación y asesinato de Araceli. Estábamos todos con esa terrible lista de la cantidad de femicidios en el mes de abril”.
Y, más adelante, Eloy sentenció: “y un tipo que es responsable de la violación, secuestro y asesinato de miles de mujeres, y no lo estoy pifiando en el número, miles de mujeres en la provincia de Buenos aires. ¿A ese sí?, ¿nos reconciliamos y lo mandamos a la casita?, por favor”.
Ante el alarma de los organismos de Derechos Humanos, el ex jefe de la policía de la provincia de Buenos Aires, Miguel Etchecolatz seguirá alojado en el penal de Ezeiza dado que el intento de otorgarle la domiciliaria se basó en unos informes médicos muy anteriores. T6añl como l explicó Nilda Eloy, “Etchecolatz, hace un año o año y medio atrás, hizo toda una presión sobre todo el tribunal declarándose en huelga de hambre, con lo cual no solo se negaba a comer sino se negaba a tomar la medicación y fue derivado a una clínica, pero no tiene nada”.
Los organismos explicaron con preocupación que las domiciliarias fueron otorgándose en los últimos cinco, seis años, tal es así que, hace dos años el 50% de los genocidas goza de ese beneficio.