Miguel Ángel Soria ¡Presente!

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Walter Barboza

La Municipalidad de Berisso participó del homenaje que familiares, amigos y compañeros de trabajo, realizaron a Miguel Angel Soria, trabajador del Astillero Río Santiago secuestrado por un grupo de tareas en el año 1976 y a Luis Ciancio, militante berissense desaparecido y que fuera identificado y devuelto a sus familiares en el año 2009. Durante el acto, que comenzó con una misa en la Iglesia María Auxiliadora y continuó con la colocación de una placa en el monumento a los desaparecidos, contó con la participación de Luis Stangatti, Secretario de Planeamiento del municipio, Miguel López Muntaner, Coordinador Regional de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, Juan José Bajcic, Secretario de Obras Públicas del municipio, Nora Ungaro, delegada de la Secretaría de DD:HH: de la Nación en La Plata, Stella Soria, hija de Miguel Ángel Soria, Rubén Soria, su hermano, Ricardo Ciancio, hermano de Luis Ciancio, y amigos y compañeros de trabajo del Astillero Río Santiago.
Miguel Ángel Soria, como miles de trabajadores de la región y el país, fue una víctima del golpe cívico-militar que, a partir del 24 de marzo de 1976, inauguró uno de los períodos más oscuros de la historia política, social y cultural de la Argentina.
Como trabajador de su tiempo, quienes lo conocieron aseguran que tenía una destreza formidable en el manejo de las técnicas necesarias para trabajar en el Astillero Río Santiago de la ciudad de Ensenada.
Su secuestro no fue casual, porque ocurrió en una de las industrias metalmecánicas más importantes del país y que estaba conformada, por aquel entonces, por un plantel de trabajadores con un alto grado de calificación técnica y con un potencial organizativo significativo.
Su desaparición se produjo en el año 1976, en un año en el que la dictadura militar desplegó con mayor ferocidad el aparto represivo a lo largo y ancho del territorio nacional. Su destino nunca se supo, hasta que el Equipo Argentino de Antropología Forense comenzó la exhumación de los cuerpos que habían sido enterrados como NN en el cementerio de la localidad bonaerense de San Martín.
Allí, y tras un estudio de ADN, los científicos lograron consignar que se trataba de Miguel Ángel Soria a quien sus familiares, e incluso su madre que falleció hace algunos años, buscaron con insistencia desde la recuperación democrática.
Con su identificación, que se suma a la de Luis Ciancio, la ciudad de Berisso comienza a desandar un camino que permite reconstruir la otra historia: la historia de las luchas sociales en la comuna.
Desde el punto de vista histórico permite reconfigurar la identidad de la ciudad; una ciudad que, además, de estar constituida por una corriente de inmigrantes muy importante, fue consolidándose a partir del aporte que los trabajadores que, reconociéndose como pertenecientes a esa clase, dieron impulso a la lucha por sus reivindicaciones laborales. Ello tampoco fue casual, pues sus antecedentes nos remiten a la etapa en la que los trabajadores definitivamente organizan su actividad en torno a un sindicato; activos en la organización del 17 de octubre y en la resistencia peronista pos golpe de estado de 1955.
Miguel Angel Soria, Luis Ciancio, y los militantes populares que todavía no recuperaron su identidad, fueron parte de una generación que logró constituir una síntesis entre esa experiencia colectiva de los trabajadores de Berisso y la lucha efectiva de los jóvenes que despertaban con la Argentina que emergía del “Cordobazo” y de la experiencia de las luchas por la descolonización en los países de África y de los procesos de “liberación nacional” ocurridos en los países de América Latina.
En ese marco, la Municipalidad de Berisso reafirma su política de Derechos Humanos que fuera inaugurada en la Argentina a partir del año 2003 por el Estado Nacional y que ha comenzado a desarrollarse con mayor fuerza en el distrito, con el objetivo de profundizar el trabajo de recuperación de la memoria colectiva y de la historia reciente de nuestra ciudad.

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