El jueves 02 de abril se cumplió un aniversario más de la tragedia acontecida en nuestra ciudad hace dos años. En la jornada participaron Familiares de Víctimas de la Inundación, Asambleas Barriales, organizaciones sociales y políticas, entre otras. Estas últimas fueron las que tuvieron un rol protagonizo y relevante cuando acaeció la tormenta en La Plata.
Aquella marca quedó grabada en las memorias de los vecinos de la ciudad y serán difícilmente borradas ya que marcó un antes y un después. Además, visibilizó el déficit del Estado nacional, provincial y municipal ante semejante tragedia ya que se notó la falta de políticas de prevención y evacuación, consecuencia de ello 89 personas murieron, según los datos oficiales luego de las investigaciones llevadas adelante por el Juez Luis Arias ya que anteriormente las cifras que daban desde provincia era de 78. Sumado a esto mas de cientos de vecinos que lo perdieron todo.
Lo que paso no fue algo menor, la desidia de parte del gobierno municipal que no hizo caso a las advertencias de una investigación de la Universidad Nacional de La Plata en el 2005 y 2007, luego de que la ciudad se inundara en el 2002, fue la causante para que la tormenta de semejante dimensión se convierta en tragedia. Posteriormente en el 2008 la ciudad volvió a colapsar, quedando de forma contundente que era necesario las obras hídricas para evitar una tragedia y que al hacer caso omiso de todo ello y cajonear las denuncias y los informes, en el 2013 las precipitaciones nos tomo a todos por sorpresa sin contar con ningún plan de emergencia, mientras el intendente posteaba desde su cuenta de Twitter desde una playa de Brasil “que estaba recorriendo los centros de evacuados”, mintiéndonos descaradamente a los que estábamos viviendo la tragedia en carne propia.
Toda esa indignación se vivió en las jornadas del jueves en plaza Moreno, donde el malestar contra Pablo Bruera se pudo sentir en todas las personas que participaron del evento. A pesar de ellos las actividades se vieron dividías en dos grupos que granizaron dos escenarios paralelos y marcharon de forma separada, mostrando la desunión y la falta de acuerdo mutuo hacia dentro de las organizaciones que impulsaron el evento del 2A.
Lo que si acordaron los espacios allí presentes, es el pedido de Memoria, Verdad, Justicia y sobre todo la realización del 100% de las obras que aun no se han cumplido. Estas consignas se pudieron reflejar en muchas banderas, pancartas y fotos expuestas aquella tarde.
La movilización fue desde plaza Moreno hasta plaza San Martín por calle 51, que en un principio estaba oscurecida y solo se podía iluminar gracias a las velas encendidas que los vecinos llevaron. La movilización termino en la casa de gobierno de la Provincia de Buenos Aires donde ambas marchas leyeron documentos denunciando la desidia del gobierno municipal, provincial y nacional y la ejecución de las obras hídricas.
Las marchas estaban compuestas por el grupo de asambleas de barrio Norte, la Loma, del parque Castelli, Libres del Sur, MST, Proyecto Sur, Juventud Guevarista y el PCR, y el segundo grupo donde estaba el Partido Obrero, PTS, Patria Libre y La FULP.