Por Nadia Ileana Erice
«Los hilos para cambiar la estructura de poder asimétrico están sobre todo en la cultura, en lo cotidiano»
Flavia Delmas nos explica la coyuntura actual de la cuestión feminista, las problemáticas de poder en torno a lo laboral, resaltando la importancia del devenir de la lucha hasta hoy y mirando en positivo hacia el futuro, por las batallas que faltan ganar.
¿Es verdad que existe la discriminación laboral maternidad o no-maternidad de por medio?
Existe la discriminación en el acceso al trabajo, en el tipo de trabajo al que se accede y en las oportunidades de ascenso y mayor remuneración. Esto está muy estudiado por el Centro de Estudios Mujer y Trabajo (CEMyT), el mayor porcentaje de mujeres se encuentra en las tareas de cuidado, trabajadoras en casas particulares o enfermeras, un 90% son mujeres, también en educación, que valga el dato en provincia de Buenos Aires y en CABA quienes conducen los sindicatos docentes más importantes (SUTEBA y UTE) son varones. En el sector industrial sólo hay 4% de mujeres y la mayoría en tareas administrativas, el convenio colectivo de la FETIA que estableció una cláusula con perspectiva de género, para su incorporación los delegados (hombres) debatieron acerca de porqué una mujer tenía los mismos derechos que un varón para ingresar a ese tipo de trabajo hasta el hecho que en espacios donde trabajan sólo hombres no hay jardines para niños y niñas porque el cuidado se delega en las mujeres, es decir, en el ámbito privado.
El año pasado La CTA de los Trabajadores presentó un proyecto de reforma de la Ley de Contrato de Trabajo que amplía de 90 a 120 días la licencia por maternidad pero esto es opcional, y de 2 a 15 días para la pareja (sea del sexo que sea) por nacimiento y las equipara para los casos de adopción, esta propuesta que incluye además días para hombres en casos de cuidado de familiares enfermos que hoy no está es un derecho para los hombres, para GLBTT que tiende a igualar.
¿Cómo se revierte este proceso, no de dominación, pero sí de despojo de derechos que sufren las mujeres, que viene reproduciéndose desde hace siglos?
Creo que históricamente las mujeres hemos estado subordinadas, de diferentes maneras, es muy importante analizar los contextos histórico sociales y políticos, para conocer cómo se da esa subordinación. Los hilos para cambiar esa estructura de poder asimétrico están sobre todo en la cultura, en lo cotidiano, es un poder tan naturalizado que desarmarlo es una tarea que llevará años.
¿Cuáles son las herramientas que hoy en día tienen las mujeres para desarrollarse personal y profesionalmente?
Tenemos más herramientas que las que tuvieron nuestras madres y muchas más que las que tuvieron nuestras abuelas… es muy importante reconocer la lucha que sostenidamente ha dado el movimiento de mujeres en el mundo y en particular en Latinoamérica y en nuestro país, cada vez son más las mujeres que acceden a la universidad, estamos más preocupadas que los varones por concluir nuestra formación, en cuanto al plano social vemos que hay políticas públicas específicas para mueres, desde la jubilación para las amas de casa hasta el Programa Ellas hacen, hay toda una batería de recursos.
¿Teniendo en cuenta el cambio de problemáticas determinantes que siguen despejando a las mujeres de los caminos de poder: Sirve el feminismo tal cual lo conocemos hoy en día, es decir, es necesario un cambio de paradigma en relación a la lucha?
Luego de reconocer lo anterior también debo decir que si en un espacio profesional o de otro tipo hay veinte mujeres y un hombre, la voz que será escuchada con mayor atención generalmente es la del varón, esto lo digo por experiencia. Los varones continúan teniendo un plus que es el de haber históricamente manejado el poder (en lo público y en lo privado), el desafío es construir otro tipo de relaciones que no sean patriarcales, más horizontales, donde el valor no sea el del manejo del poder que implica la competencia y destrucción (en sentido figurado) de la otra persona para lograr un reconocimiento, un posicionamiento relevante. Las mujeres que acceden al poder no están exentas de prácticas patriarcales, la forma de ejercicio de poder que conocemos es la patriarcal pero hay otras y en eso el feminismo ha hecho importantes aportes.
¿El poder está en las mujeres? O existe un poder hegemónico patriarcal tan arraigado que hace faltan otros determinantes para revertirlo?
El poder está en la posibilidad de transformar la realidad, las mujeres como sujetos sociales y como colectivo, nos hemos organizado, damos la batalla en muchos frentes, cada espacio a su manera, vamos a ver grupos de mujeres organizadas en la universidad, en los barrios, en los sindicatos, en los partidos políticos y colectivas feministas. Pero no sólo las mujeres vamos a cambiar estas desigualdades que se vuelven tantas veces en violencias intolerables, el cambio debe ser de la sociedad toda, es un beneficio para el conjunto se trata de vivir mejor, de ser más libres y autónomos y autónomas en nuestras decisiones, de reconocernos como sujetos y valorarnos como tales, suena utópico pero es una bella utopía profundamente política y para nada una contradicción secundaria como plantean muchos.
A modo de conclusión, sobre el mandato social que exige de la madre ser el pilar fundamental de la crianza del niño, ves avances? Retrocesos? Estamos igual?
Hubo avances, podemos ver en las calles a los varones llevando a sus hijos e hijas al jardín o cambiando un una bebé, observamos negociaciones en los tiempos para el cuidado pero de todas maneras esto convive con el mandato tradicional que reserva para las mujeres el mundo de lo privado y agrega sutilezas en las formas de subordinación, también se registran dobles triples o cuádruples jornadas para las mujeres. Un dato curioso del CEMyT es que las mujeres separadas, divorciadas con hijos trabajan menos que las mujeres casadas en la casa, como decía anteriormente es largo el camino que aún queda por recorrer.
*Docente Universitaria, Directora de la carrera de posgrado Especialización en Género y Comunicación de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Responsable de la Secretaría de Género de la CTA, Integrante de la Red de Políticas Públicas para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres.