Germán Zorba
Desde hace un tiempo, cada vez que ‘la oposición’ critica una medida, descubro una decisión acertada del gobierno que vale la pena defender. Magdalena aprovechó la muerte de Sábato para traer una discusión de hace cinco años. Yo aprovecho el despropósito de Magdalena para reivindicar la política de derechos humanos.
Se murió el gran escritor, autor del prólogo al informe sobre desaparecidos y, «con total desaprensión de las reglas más elementales de la cultura, al prólogo del informe ‘Nunca más’ que firmaba Ernesto Sabato, se le adosó (durante el gobierno del presidente Néstor Kirchner) otro prólogo superpuesto. Sería interesante que quienes fueron responsables de este atropello intelectual se reunieran y elaboraran otro informe ‘Nunca más’, pero sobre los crímenes de la Triple A que ocurrieron bajo el gobierno constitucional de Isabel Perón» (Magdalena Ruiz Guiñazú dixit)
Está hablando de que en el año 2006 se agregó un nuevo prólogo al informe ‘Nunca Más’, en la reedición que se hizo a 30 años del golpe militar. ¿Tan raro es que en una reedición se agregue un nuevo prólogo? Pero esto le molesta a Magdalena. Le molesta porque el objetivo de este nuevo prólogo es responder algunas cosas escritas por Sábato que no están tan buenas.
Aclaremos un poco más, el
prólogo escrito por Sábato arranca así:
«Durante la década del 70 la Argentina fue convulsionada por un terror que provenía tanto desde la extrema derecha como de la extrema izquierda…»
El
nuevo prólogo responde a esta cuestión aclarando que no hay justificación posible para el terrorismo de estado. Y profundiza:
«La dictadura se propuso imponer un sistema económico de tipo neoliberal y arrasar con las conquistas sociales de muchas décadas, que la resistencia popular impedía fueran conculcadas. […] En la aplicación de estas políticas, con la finalidad de evitar el resurgimiento de los movimientos políticos y sociales la dictadura hizo desaparecer a 30.000 personas».
Durante muchos años criticamos la teoría de los dos demonios y pedimos castigo a los culpables de las desapariciones. El gobierno dio el impulso necesario para que se hagan realidad los objetivos de tantos años de lucha. Esto, que debería ser motivo de alegría, ofende a cierta gente. Porque les quita protagonismo («si yo siempre luché por esto, ¿qué vienen ahora a hacerse los defensores de derechos humanos?»)
Pero esto solo no explica todas las reacciones. Si releemos, salta a la vista que el concepto de Derechos Humanos defendido hoy es un poco más amplio. Que incluye, además, enfrentar a la economía liberal impuesta por la dictadura. Y esto, seguro, les tiene que molestar a los defensores de esa economía liberal.
Los dejo con otro párrafo del prólogo a la nueva edición del ‘Nunca Más’
«Actualmente tenemos por delante la inmensa tarea de revertir una situación de impunidad y de injusticia social, lo que supone vencer la hostilidad de poderosos sectores que, con su complicidad de ayer y de hoy con el terrorismo de Estado y las políticas neoliberales, la hicieron posible. Por ello al mismo tiempo nos interpelan los grandes desafíos de continuar haciendo de la Argentina, frente a esas fuertes resistencias, no sólo un país más democrático y menos autoritario, sino también más igualitario y más equitativo.»