Por Zulema Enriquez
(Docente e integrante de la Secretaría de DD.HH. de la F.P.yC.S. UNLP)
Siempre soñamos que hablar nuestra lengua materna no fuera vergonzante, ni excluyente ni discriminatorio, como lo sufrieron muchos hijos de bolivianos o quechuas o aymaras que vinieron a este país en busca de mejores condiciones de vida o aquellos kollas y andinos que vivieron siempre en estos territorios y que de igual manera sufrieron la discriminación. Los padres andinos no enseñaban a sus hijos a hablar quechua por vergüenza, por miedo, por protección a la discriminación que inevitablemente se vivía. Muchos años después tras tener un presidente indígena en Latinoamérica y un cambio de conciencia paulatino de los orígenes americanos, ese sueño se fue haciendo realidad, que las diferencias no fueran excluyentes y que se transformaran en un derecho a la identidad, a tu lengua, hoy es posible.
En este ciclo lectivo, en lo que representa un hecho histórico, la Facultad de Periodismo y Comunicación de la UNLP incorpora la inclusión de un idioma o lengua indígena como materia obligatoria (optativa) de cursada cuatrimestral de las distintas carreras de esta unidad académica. Es la primera vez que una Facultad de la Universidad Nacional de La Plata incorpora dentro de la currícula de su plan de estudio una materia que reconozca el conocimiento, la cosmovisión, la cultura, la lengua indígena quechua como conocimiento necesario y obligatorio para la formación profesional de sus alumnos y alumnas.
Este logro y reconocimiento es trascendental, como inclusión de los derechos de los pueblos indígenas en las políticas universitarias, y de reconocimiento de la diversidad cultural de nuestros pueblos. En Argentina existen 34 pueblos indígenas y 16 lenguas originarias reconocidas desde el Estado. La reforma constitucional de 1994 reconoce por primera vez la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas y, por lo tanto, la pluriculturalidad y plurietnicidad de la sociedad argentina. Un avance revolucionario. En el artículo 75, inciso 17, la Constitución Nacional garantiza, entre otros aspectos relevantes, el respeto a la identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural.
La ley federal de educación Nº 24.195/93, que versa sobre las políticas educativas que involucran a toda la población del territorio de la Nación y que son responsabilidad del Estado Nacional, decreta en su: Art. 5. El Estado deberá fijar los lineamientos de la política educativa respetando los siguientes derechos, principios y criterios: el fortalecimiento de la identidad nacional atendiendo a las idiosincrasias locales, provinciales y regionales, la concreción de una efectiva igualdad de oportunidades y posibilidades para todos los ambientes y el rechazo a todo tipo de discriminación, el derecho de las comunidades aborígenes a preservar sus pautas culturales y el aprendizaje y enseñanza de su lengua, dando lugar a la participación de sus mayores en el proceso de enseñanza. Art. 43. El Estado nacional promoverá programas, en coordinación jurisdicciones de rescate y fortalecimiento de lenguas y culturas indígenas, enfatizando su carácter de instrumento de integración.
Hoy la facultad de Periodismo hace real la implementación de la legislación y los derechos reconocidos constitucionalmente. Entendiendo que el idioma es el principal vehículo fundamental de la transmisión generacional, de la identidad, que a través de él se puede conocer profundamente toda una cultura. La lengua es lo más importante porque a través de ella se puede hablar de la organización, creencias, valores, describir los comportamientos, interpretar la música y toda la sabiduría ancestral.
Todos los pueblos tienen el derecho de usar sus lenguas, el derecho lingüístico es insoslayable en los derechos humanos. Las lenguas son un elemento fundamental de la identidad, “Un pueblo que pierde su lengua, pierde su conocimiento y su voz”.
El estudio de la lengua quechua, dentro de la formación curricular de la Facultad es un logro más para entendernos como un país pluriétnico y plurinacional. Es reconocer nuestros orígenes indígenas y entender el conocimiento y saber indígena en igualdad de condiciones que cualquier otro conocimiento.
Hoy la idea de multilingüismo es la realidad de muchos países del mundo que contribuye a destruir el mito de la lengua única que durante mucho tiempo negó la diversidad lingüística, como signo de dominación, de colonización de una homogeneización cultural y política donde la diversidad étnica fue invisibilizada por un modelo occidental y europeo.
El profesor Mario Aucca Rayme, titular de la Academia Mayor de Lengua Quechua de Cuzco, Perú, filial La Plata, y reconocido y respetado docente, además por llevar adelante la práctica de las ceremonias y la cosmovisión andina en la ciudad, será el primero en inaugurar esta Cátedra de Idioma Originario Lengua Quechua, docente andino con más de 30 años de experiencia en la docencia. La propuesta cuenta que en otros cuatrimestres podrán cursarse la lengua; mapudzungun, guaraní y qom.
Esta propuesta, es impulsada desde la Secretaría de Derechos Humanos, solicitando la inclusión de un idioma o lengua indígena como una opción dentro de las carreras de esta unidad académica. Entendiendo a la Argentina como un país plurietnico y plurinacional y entendiendo que hay lenguas que están perdiendo hablantes. Este proyecto forma parte de otros como la Muestra de Cine Indígena y el Festival de Cine Indígena BAIn (Buenos Aires Indígena) que rescatan y fortalecen el trabajo de comunicación indígena de muchos pueblos. Así la facultad viene llevando adelante distintas políticas institucionales de fortalecimiento de la identidad indígena.
Los sueños no se hacen realidad solos. Necesitan de motores, fuerzas, y decisiones. Los cambios necesarios que deben darse socialmente para combatir la discriminación y la desigualdad no está en mirar en políticas hacia afuera, sino todo lo contrario, mirando hacia adentro, al pasado, hacia su propio origen. La idea de que “El Buen Vivir” (Sumak Kausay en quechua) solo es un símbolo metafórico toma sentido y cambia cuando se entiende el sentido político del mismo. Cuando se supera el misticismo y el folklorismo de “lo indígena”, cuando se entiende que la conciencia no pasa por la clase o por viejos tratados de cómo debe ser una sociedad. Entender la necesidad del derecho a la identidad como transformación académico y curricular, desde la ciencia misma, desde adentro de la institución, es transformar y convertir sueños en realidad. Es hacer posible una sociedad más igualitaria y justa con la historia de su pueblo originario marginado durante siglos. Así la educación contribuye a la construcción de una sociedad pluricultural. Esta inclusión significa generar mecanismos de democratización hacia el interior de los propios sistemas educativos nacionales.
La Universidad pública y gratuita, hoy, una vez más avanza y pelea por la igualdad, entender, aprehender y respetar al otro, no como un objeto de estudio (como durante mucho tiempo lo hizo la ciencia) sino entendiéndose como parte de esa diversidad cultural de la que forma parte y siendo más justa con nuestra propia historia. Ahora los sueños van creciendo, el orgullo por llevar el quechua como historia familiar también y las deudas históricas van saldándose aunque sea un poquito.