Organizaciones ambientalistas de las ciudades de La Plata, Berisso y Ensenada, denunciaron la paralización de las obras de
construcción de la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) que fue prometido por el Municipio de Ensenada y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires para los distintos municipios de la Región Capital tras la decisión política bonaerense de cerrar definitivamente el predio de la CEAMSE ubicados en la localidad ensenadense de Punta Lara.
En un comunicado de prensa, los integrantes de la Asamblea No + CEAMSE y Nuevo Ambiente, aseguraron que la interrupción de los trabajos se produjo hace tres meses por “supuestas desprolijidades administrativas y tironeos en la financiación de las obras”.
En el texto los ambientalistas explicaron que “en la Gestión pública, existen un tironeo por el U$ 1.040.000 (millón cuarenta mil dólares) que el municipio de Ensenada utilizó de un depósito de U$ 8.000.000 realizado por la provincia para la construcción de la Planta” y que “por las empresas responsables interrumpieron las tareas porque no les llegó la totalidad del dinero establecido por contrato”, sostuvieron.
En ese marco, vecinos y ambientalistas de la región denunciaron ante la Justicia estas irregularidades que “atañen tanto a la provincia como al Municipio de Ensenada, entendiendo que se perjudica a los vecinos de la región, ya que los Residuos Sólidos Urbanos generados por parte del Municipio de La Plata, Berisso, Ensenada y Brandsen siguen siendo depositados diariamente en el colapsado relleno de la CEAMSE de Punta Lara”.
En ese orden, también advirtieron que fue “inédito y sin antecedentes” el traspaso de la licitación de la obra de construcción de la Planta de Tratamiento de Residuos para la región Capital, que pasó de La Plata al Municipio de Ensenada.
Desde nuevo ambiente explicaron que “en el relleno de la CEAMSE de Punta Lara se entierran diariamente unas 900 toneladas de basura por lo que el predio ya posee unos 35 metros de altura y se encuentra al límite de capacidad”.
Asimismo, se suman las continuas denuncias de los vecinos ensenadenses por los malos olores que, para las entidades, “son provocados por la emisión de gases altamente contaminantes (entre ellos metano) y perjudiciales para el ambiente y salud de la población”.
Por último, en el comunicado precisaron que “el predio genera la contaminación de las napas de aguas subterráneas y de los potenciales transmisores de enfermedades como son las miles de gaviotas que se alimentan de los residuos”.