Walter Barboza
Empieza una semana clave para Scioli en la Provincia de Buenos Aires. Si logra destrabar el conflicto docente, que amenaza con profundizarse si la oferta salarial no es satisfactoria, deberá atender nuevos frentes de tormenta que amenazan en el horizonte bonaerense: el reclamo de los estatales provinciales, que incluye al conjunto de los empleados públicos, profesionales de la salud y trabajadores auxiliares de las escuelas de toda la provincia.
No las tiene todas consigo. Esta semana Carlos Pagni, columnista estrella del diario La Nación, había anticipado que el gobierno nacional intenta asfixiar a Scioli para complicar el escenario económico y así obligarlo a dimitir y sumarse a la lista de diputados del Frente para la Victoria a nivel nacional. La operación ya estaría en marcha y sólo restaría confirmar si Mariotto también integraría la nómina. De ser así, la estrategia del gobierno nacional incluiría a Sergio Berni, actual Secretario de Seguridad Nacional y Vicepresidente segundo de la Cámara de Senadores de la Provincia. Berni, en la línea de sucesión, tendría la misión de comandar la provincia hasta el 2015.
La noticia pasó casi inadvertida, quizás porque quedó licuada el viernes entre las notas, columnas y artículos sobre el funeral del Presidente Hugo Chávez y el futuro de Venezuela. Sin embargo, se sabe, Pagni es un hombre de muchos contactos en el mundo de la política, lo que deja entrever que el artículo bien podría ser una jugada anticipada de Scioli para abrir el paraguas antes de que llueva.
Lo cierto es que en las horas siguientes a la nota de Pagni, varios fueron los dirigentes de primera línea del gobierno nacional que salieron a pedirle a Scioli que se defina, entre ellos Carlos Kunkel esposo de la presidenta de la bancada de senadores provinciales del FpV, Cristina Fioramonti. En este punto las declaraciones de Kunkel, se dirigen en el mismo sentido que la nota de Pagni cuando éste asegura que la esposa de Kunkel es parte de la estrategia.
Sea como fuere a Scioli parece agotársele el tiempo. Es quizás su momento más difícil: el de las definiciones que la hora reclama. Será por ello que a diferencia de las paritarias de años atrás, en las últimas horas (sábado 9 de marzo de 2013) el Ministro de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, Oscar Quartango, dijo que se iba a sentar este lunes (11 de marzo) a negociar con los docentes con “una pistola en la nuca”.
La metáfora suena muy fuerte. Quizás se lea allí lo que vendrá: una extensión de la medida de fuerza en la provincia, que los docentes podrían ampliar a toda la semana, en un contexto en el que la política se mezcla en toda su plenitud.
En ese marco el Secretario General de SUTEBA, Roberto Baradel, indicó que “sí van a efectuar la propuesta del 22 por ciento sin duda se va a agravar la situación y va a generar mucho enojo entre los trabajadores. Esperemos que la paritaria sea para hacer una propuesta superadora y que se acerque al 30 por ciento de aumento salarial”.