Daniel Cecchini
Director periodístico de Miradas al Sur
La investigación de Miradas al Sur sobre el accionar de la banda terrorista paraestatal de la Concentración Nacional Universitaria (CNU) en La Plata durante la década de los ’70 –realizada por Alberto Elizalde Leal y quien esto escribe– es un trabajo que ya lleva tres años, con más de medio centenar de notas publicadas desde 2011 hasta hoy. Y que continuarán. Desde entonces y hasta ahora fueron detenidos Carlos Ernesto Castillo (a) El Indio, jefe del grupo de tareas; Juan José Pomares (a) Pipi, uno de sus laderos más conspicuos, y Julio César Garachico (a) El Gordo, uno de los policías bonaerenses encargados de liberar las zonas para que la banda pudiera cometer sus secuestros y asesinatos sin interferencias. Los tres están a disposición del juez federal platense Arnaldo Corazza, aunque en el caso de Garachico aún no ha sido procesado por los crímenes cometidos por la CNU.
También –como consecuencia de información publicada por los autores de la investigación– varios ex integrantes de la patota de la Concentración Nacional Universitaria platense fueron desplazados de los cargos que tenían en diferentes dependencias del Estado. Son los casos de Juan José Pomares (a) Pipi, que tenía un contrato de asesor en el Senado bonaerense; Ricardo Calvo (a) Richard y Antonio Agustín Jesús (a) Tony, quienes tenían a su cargo dos estratégicas direcciones de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires; y Gustavo Guillermo Fernández Supera (a) El Misto, quien había obtenido un contrato en el Archivo General de la Nación.
No corresponde a quien esto escribe –uno de los autores de la investigación– referirse a la calidad de su propio trabajo, pero los hechos citados más arriba son concluyentes. En estos años, ninguna información publicada en los artículos de la investigación pudo ser desmentida. En una o dos ocasiones hubo quienes negaron haber participado de algún hecho, pero la contundencia de los datos y los testimonios publicados los obligaron a retractarse o a guardar silencio. Tampoco hay causa judicial alguna contra los autores de la investigación, mientras que entre los investigados ya hay tres detenidos y por lo menos otros cuatro ex miembros de la CNU que perdieron su refugio dentro del aparato del Estado. Todos esos son hechos irrefutables.
La etapa actual de la investigación está centrada –como se anticipó hace algunas semanas– en la protección política y la red de complicidades obtenidas por varios ex integrantes de la CNU en dependencias del Estado provincial y la Municipalidad de La Plata una vez recuperada la democracia. También en la estructura del Partido Justicialista platense. Se trata de una investigación sensible, que afecta posiciones e intereses políticos actuales. También puede haber quienes intenten utilizar sus resultados en disputas partidarias o pujas de poder. Nada de eso interesa a esta investigación ni a sus autores. Su objetivo es establecer la verdad de los hechos, rescatar la memoria de las víctimas y, en la medida que un trabajo periodístico puede hacerlo, aportar información a la Justicia.
Como director periodístico de Miradas al Sur y coautor de la investigación, quien esto escribe quiere responder una pregunta que le han formulado en más de una ocasión en los últimos tiempos: ¿Hasta dónde van a llegar? La respuesta es la que se dio con Alberto Elizalde Leal cuando se plantearon el mismo interrogante al iniciar la investigación, hace ya tres años. Es clara y sencilla: hasta donde lleve la información que se obtenga. Y eso incluye –sin ninguna excepción– a los responsables políticos del terrorismo de Estado del que participó la CNU, a los cabecillas y a los operativos de la banda, a sus protectores políticos y judiciales en los últimos treinta años de democracia, y también, si la información lo amerita, a oportunistas y perejiles de variopinto pelaje.
http://sur.infonews.com/notas/la-investigacion-las-preocupaciones-politicas-y-los-perejiles