Por Juan Quesquén
A más de cinco meses de haber asumido el control del Gobierno nacional, el Presidente libertario que descree del Estado no encuentra un rumbo y el malestar en la población crece.
A un día de celebrarse una nueva fiesta Patria que conmemora la Revolución de Mayo de aquellos patriotas que se animaron a independizarse del yugo de la corona española, el Presidente Javier Milei ve nuevamente frustrado su afán de lograr un triunfo político con el “Pacto de Mayo” con los gobernadores. Y es que la “Ley Bases” (segundo intento fallido ya que el primer intento fue en febrero con la “Ley Ómnibus” que naufragó por impericia de su propio bloque) no saldrá, al menos en los tiempos que quería el mandatario.
Envuelto en destratos e insultos hacia sus ex colegas del Congreso nacional, Milei intento apresurar el debate de la Ley Bases llegando incluso a amenazar con los recursos financieros para las provincias. Sin embargo, no lo logró.
Con una economía que no repunta, denuncias de abandono en la entrega de alimentos para los comedores donde asisten personas de muy bajos recursos y Misiones encendida al rojo vivo por los reclamamos salariales de docentes y policías; el mandatario que se siente como el líder del liberalismo mundial vive una realidad paralela, cual “rey vanidoso” de la fábula “El traje nuevo del emperador” que nos contaban de chicos en las escuelas.
“Está desnudo”, gritó alguien
Según la mirada del Presidente los opositores y/o quienes se animan a cuestionarlo son “liliputienses” (habitantes de diminutos tamaños de Liliput, la nación insular ficticia donde transcurre la primera parte de la novela satírica Los viajes de Gulliver), en contraposición, Milei sería el gigante que “la ve” desde lo alto, por encima de los demás.
Ese egocentrismo, catastrófico para un jefe de Estado, le hace vivir una realidad alejado de las urgencias que tiene la Argentina para intentar erigirse como un líder mundial de ideas que no tienen materialidad en ninguna parte del globo. Esto le ha llevado a mantener un clima tenso con el gigante chino, con el que deberá negociar el swap de U$S 5000 millones a partir de junio y – últimamente – con España donde insultó al jefe de Estado y a su familia en un acto político del partido ultraderechista VOX.
Hasta que alguien (o muchos y muchas) le griten que está desnudo, que “no la ve” y que seguramente haría explotar el carácter inseguro que se manifiesta con una violencia verborrágica nunca antes visto en un jefe de Estado argentino.
Son días difíciles, más sobre todo para las clases medias y medias bajas, para los sectores empobrecidos y los que están en la indigencia que a duras penas puedan celebrar el día patrio llevando un plato de comida a sus mesas, en un país que produce carne y que el consumo de la misma ha caído sustancialmente.
Siempre se está a tiempo de corregir el rumbo para mejorar la calidad de vida de la población, pero queda en el Gobierno nacional y sus equipos la voluntad de querer hacerlo, o no. Así como hace 214 años un grupo de patriotas decidieron por las diversas circunstancias que atravesaba la colonia independizarse de España y comenzar con esa larga construcción del sentir nacional, de ese soberano llamado pueblo; hoy en día ese pueblo sigue atento el accionar del jefe de Estado al que el tiempo de gracia desde que asumió hasta la fecha actual, se le viene agotando.
24/05/2024