Samuel Pinheiro Guimarães
Fuente AmerSur – info@amersur.org.ar
1. El objetivo de cualquier sociedad y de cualquier gobierno debe ser el pleno desarrollo de los recursos naturales y de la mano de obra, así como la construcción de la capacidad productiva del capital físico del país.
2. La integración económica (y eventualmente social y política) es apenas un instrumento de la política de desarrollo, al ampliar mercados y tornarlos más estables. Así se contribuye a desarrollar la cooperación, en especial la tecnológica y social, estimulando la coordinación política.
3. El MERCOSUR es apenas un instrumento de integración que permitió la expansión del comercio entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay; el aumento de las inversiones privadas; la cooperación para la construcción de la infraestructura a través del Fondo para la Convergencia Estructural del MERCOSUR – FOCEM; la experiencia de comercio en monedas locales; y por último, pero no menos importante, la defensa de la democracia. Se podría haber hecho más, pero se hizo mucho desde 2003.
4. Un (aunque no el único) desafío para el MERCOSUR, pero también para el desarrollo de cualquier Estado (y no sólo en América del Sur) es la emergencia de China como la mayor potencia económica (y tal vez tecnológica) a partir de 2020/2030, para el caso de que la crisis se prolongue en los países altamente desarrollados y se mantengan las diferencias extremas de tasas de crecimiento.
5. China, es una economía cada vez más capitalista que viene creciendo a más del 10% anual desde 1979, en promedio. Esta tasa de crecimiento sustentado, está transformando a un país subdesarrollado, semi-feudal y periférico en una sociedad desarrollada, moderna y central de la economía (y cada vez más de la política) mundial. Existen características importantes de este proceso extraordinario de transformación de China y del sistema mundial, que merecen ser analizados por sus efectos y porque deberían servir de ejemplo para los países del MERCOSUR.
6. La transformación de la economía china ha sido comandada por el Estado, en un sistema político estable, caracterizado por el liderazgo colectivo y un amplio (aunque opaco para los occidentales) proceso de consulta dentro del Partido Comunista. El Estado se hace presente por intermedio de la elaboración de planes de desarrollo, por la acción de mega-empresas estatales, en especial en materia de infraestructura de transportes y energía; por la regulación de las actividades económicas, inclusive de las mega-empresas transnacionales.
7. Las empresas transnacionales fueron admitidas de forma gradual en la economía china en regiones geográficas y sectores de actividad, en general con compromisos de transferencia de tecnología, de exportación y asociación con empresas locales.
8. La transferencia de tecnología y el esfuerzo de generación de tecnología son un elemento central de la estrategia china. Desde la adquisición de fábricas completas hasta la compra de empresas (y su acervo tecnológico), el reclutamiento de investigadores, la creación de centros de investigación, el fortalecimiento y expansión de las universidades y el énfasis en los sectores de punta del futuro: nuclear, espacial, tecnología de la información (hardware), nano-tecnología, nuevos materiales, energías renovables. Los resultados chinos en términos de aumento del número de graduados y post-graduados y en los tests internacionales de educación son impresionantes, así como el aumento del registro de patentes y del número de artículos científicos. El volumen de recursos para el programa espacial permitió el lanzamiento de numerosos satélites así como la caminata del astronauta chino por el espacio, hazaña que indica el nivel de desarrollo científico y tecnológico alcanzado. Este esfuerzo tecnológico permitió también la construcción del mayor computador del mundo, capaz de procesar 2,5 trillones de informaciones por segundo; la construcción simultánea de cerca de 30 usinas nucleares; y desarrollar la capacidad de construcción de reactores modernos. El esfuerzo de investigación y desarrollo en energías renovables convirtió a este país en el mayor productor mundial de equipos para la generación de energía eólica y fotovoltaica.
9. Un aspecto central de la estrategia china de desarrollo fue la apertura comercial, que llevó a extraordinarios y crónicos superávit comerciales (en especial con los EUA y Europa) y, en consecuencia, a la acumulación gradual de extraordinarias reservas, que hoy llegan a aproximadamente tres trillones de dólares, lo que corresponde al PBI del MERCOSUR. Estas reservas extraordinarias, aplicadas principalmente en títulos del Tesoro de los Estados Unidos, crean, junto con las inversiones y las exportaciones de las empresas transnacionales, en gran parte americanas en territorio chino, una verdadera simbiosis entre la economía de la República Popular de China y la de los Estados Unidos de América. Así se contribuye a reducir la influencia de los defensores norteamericanos de una política más rigurosa en materia de derechos humanos en China. El uso de una parte de las reservas chinas para adquirir títulos de Estados europeos endeudados (y quebrados), llevará a una cada vez mayor influencia política de China, de lo que ya es un anuncio sus entendimientos con Alemania.
10. La política económica exterior de China (a semejanza de la norteamericana) tiene como gran objetivo asegurar el acceso a fuentes de materias primas minerales, energéticas y agrícolas en todo el mundo, pero en especial en el mundo periférico de África y de América Latina. Esta demanda, que continuará existiendo a gran escala, aunque haya un creciente énfasis de China en el desarrollo de su mercado interno, tiene un impacto directo para la economía del MERCOSUR, en su conjunto y para cada Estado-Parte, en especial para Brasil.
11. Un segundo aspecto de la política económica exterior de la República Popular de China es su búsqueda incesante de mercados para sus manufacturas, en principio en el área de bienes de consumo más simples. Sin embargo, hoy en día comprende todo el rango de bienes industriales sofisticados, incluso los bienes de capital.
12. Otro aspecto importante de la política china ha sido la creación de un área de influencia económica en Asia, a través de lazos comerciales e inversiones en países de mano de obra aún más barata que la suya. Esta área de influencia en cierta forma incluye a Japón y a Corea, por la importancia del comercio bilateral y las inversiones de empresas de estos países en China y también a todos aquellos países donde existen significativas comunidades chinas. Esta área china, que también incluye a Taiwán y a Australia (debido a sus recursos naturales) y a Indonesia, podría llegar a tener importancia financiera por la eventual creación de un “FMI asiático”, estimulada por las experiencias negativas de la crisis financiera del pasado.
13. La política económica china se presenta como una política de desarrollo pacífico, de integración en la economía mundial, de cooperación económica, de creación de un mundo multipolar y de una “sociedad armoniosa”. La constante reafirmación china de estas ideas se refiere a su preocupación por no aparecer como competidora de los Estados Unidos por la hegemonía mundial. Es conciente del poderío norteamericano, inclusive el militar.
14. La preocupación de China en presentarse ante el mundo como una potencia pacífica, refleja su preocupación con la política militar norteamericana que acaba de atribuir a Asia la posición de principal área de acción. Asimismo cabe evocar la reorientación de la estrategia de la OTAN, englobando a todo el mundo y a cualquier tema, desde conflictos armados, hasta el terrorismo, la ciber-delincuencia y el narcotráfico. La política norteamericana de reactivación de sus acuerdos de seguridad con países cercanos a China y su iniciativa de negociación de la Trans-Pacific Partnership – TPP, acuerdo económico de gran amplitud, muestran su firme determinación de continuar siendo una potencia asiática.
15. Tanto China como el MERCOSUR no se encuentran en un vacío económico y político mundial.
16. La crisis mundial, que se inició como financiera, devino económica, social y política, incluso institucional (en el caso de Europa, del euro y la Unión Europea), tiende a agravarse y expandirse, debido a las políticas pro-cíclicas, recesivas, impuestas por la troika (FMI, BCE y Comisión) a los países de la periferia europea y por la eventual crisis fiscal en los Estados Unidos, que puede llevar a políticas igualmente recesivas. Estas políticas provocan, más allá de una reducción natural de importaciones, la adopción de programas de contención de importaciones y de promoción agresiva de exportaciones (que se benefician de las consecuencias cambiarias de las políticas de expansión monetaria) y la imposibilidad (o falta de voluntad) de intervenir en el sistema financiero para sanearlo y regularlo. Dichas políticas afectan a China (cuyas tasas de crecimiento han sustentado el crecimiento mundial) y directa e indirectamente a las economías de los países del MERCOSUR y a este bloque como esquema de integración.
17. Los países del MERCOSUR se caracterizan por ser importantes productores y exportadores de commodities agrícolas (y en el caso de Brasil también de minerales y petróleo); por tener un gran potencial de expansión de la agricultura; por tener parques industriales menos integrados, sofisticados y competitivos que los de los países desarrollados e incluso que el de China; por tener una gran presencia de mega-empresas transnacionales en sus economías, inclusive en el área de exportación; por tener un alto grado de urbanización de sus sociedades, excepto Paraguay; y por tener extremas disparidades de renta y riqueza, con excepción de Uruguay.
18. El impacto de la emergencia de China, que se convirtió en uno de los tres mayores socios comerciales de cada país del MERCOSUR en un corto lapso. A esto debe sumarse el impacto de las políticas económicas derivadas de la crisis en los países desarrollados.
19. Por un lado, la demanda china contribuye a mantener la actividad en el MERCOSUR pero también provoca un flujo de ingreso de divisas que valoriza las monedas locales; estimula las importaciones; desalienta las exportaciones; “desintegra” las cadenas productivas industriales; y estimula el gasto en rubros como viajes y remesas de utilidades, etc.
20. Por otro lado, la crisis reduce la demanda de importaciones de manufacturas y productos primarios en Europa y en los Estados Unidos. Éstos últimos hacen un enorme esfuerzo exportador para generar superávit. La política monetaria en los Estados Unidos, denominada de forma eufemística de “quantitative easing”, aumenta la oferta de dólares en los mercados y contribuye a la valorización de las monedas locales.
21. En tercer lugar, la demanda por productos primarios y el debilitamiento del sector industrial estimula las inversiones internas y externas en los sectores agropecuario y minero, desalentando las inversiones en el sector industrial local, las que se tornan obviamente menos lucrativas.
22. La escasez de oportunidades de inversiones en las economías altamente desarrolladas hace que se torne atractivo adquirir empresas locales en los países del MERCOSUR, agravando el profundo proceso de desnacionalización de sus economías.
23. Frente al agravamiento de la crisis internacional, el MERCOSUR se encuentra ante diversos senderos por los que transitar, no todos positivos para su desarrollo.
Camino 1
24. La primera se refiere a la negociación de acuerdos de libre comercio con los países desarrollados, tales como Canadá y la Unión Europea. La crisis en los países desarrollados lleva a políticas agresivas de promoción de exportaciones y de “apertura” de mercados”. De esta forma, bajo el pretexto de combatir el proteccionismo y “estimular la economía mundial”, estos países resucitan propuestas de negociación de acuerdos de libre comercio con los países de la periferia, inclusive el MERCOSUR. Hoy, China también se encuentra entre aquellos países que proponen al MERCOSUR la negociación de acuerdos de libre comercio, para consolidar sus ganancias extraordinarias en los mercados de productos industriales.
25. En realidad, estos acuerdos consolidarían las reducciones y hasta la eliminación de aranceles, creando nuevas amarras que impedirían a las legislaciones nacionales regular al capital transnacional. Así se estimularían las importaciones desde las economías periféricas sin que hubiese contrapartida para las exportaciones de estos países. Los aranceles industriales en los países desarrollados ya son bajos y por otra parte no permitirían la expansión de las exportaciones agrícolas de los países del MERCOSUR, debido a la recesión y tradicional resistencia de los sectores rurales de los países desarrollados.
26. La firma de cualquier acuerdo de libre comercio desencadenaría una presión para celebrar otros similares con terceros países (como ocurrió con Colombia, Chile y Perú, después de firmar acuerdos con los Estados Unidos) lo que prácticamente eliminaría la posibilidad de concebir y ejecutar una política industrial y/o económica en general o de implementar políticas de integración que permiten conceder privilegios a empresas instaladas en el territorio del país.
27. Sería, en síntesis, el fin del MERCOSUR como instrumento de desarrollo económico porque eliminaría su elemento principal que es el Arancel Externo Común, así como la posibilidad de establecer regímenes preferenciales para las empresas instaladas dentro de su territorio aduanero. Así se eliminaría un estímulo de atracción del capital extranjero productivo para radicarse en el espacio compartido del bloque, puesto que se extinguirían los obstáculos a la importación, como la tarifa externa común.
Camino 2
28. La segunda, que aparentemente es la que se está dando, es una política de laissez faire, seguida de intervenciones puntuales, nacionales y no coordinadas, en los mercados, esperando, sin darse cuenta ni desearlo, el fin del MERCOSUR.
29 El progresivo debilitamiento de los sectores industriales en los países del MERCOSUR, debido a la penetración de las exportaciones chinas, europeas y americanas, hará que aquéllos pierdan mercados para sus productos industriales en los países del bloque y disminuyan gradualmente su importancia en la agenda de comercio exterior de cada país miembro. Como el vínculo principal del proceso de integración es el comercio industrial (y no el comercio de productos agrícolas o de minerales), el MERCOSUR dejaría de ser relevante para Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela. De esta manera el bloque se disolvería, como ya ocurrió con otros esquemas de integración en América del Sur.
30. Excluida esta disyuntiva, negativa y fatal, existen dos hipótesis de acción que permitirían el fortalecimiento y un salto cualitativo en el proceso de construcción del MERCOSUR.
Camino 3
31. La primera acción positiva para el bloque sería una estrategia que tuviese como objetivo su transformación de instrumento neoliberal de integración, a través de una unión aduanera, en una agencia de desarrollo regional, a través de medidas tales como:
– ampliación significativa del FOCEM, lo que representaría un estímulo y una compensación para las economías menores;
– acuerdos de comercio organizado en sectores controlados por mega-empresas transnacionales, como ya ocurre en el sector automotriz;
– tratamiento comercial preferencial para los Estados menores, única forma de permitir su industrialización;
– acuerdos de cooperación tecnológica;
– acuerdo para posibilitar el acceso de las empresas de la Región al sistema financiero de cualquier país del MERCOSUR.
32 La crisis de la economía mundial derivada del debilitamiento del pensamiento y la práctica neoliberal que la provocó, durará por lo menos una década más. Las acciones proteccionistas de los países desarrollados, posibilitan que los países del MERCOSUR aprovechen esta rara oportunidad en el decurso de su historia. En este sentido, pueden usufructuar la extraordinaria demanda china por productos primarios y tornarla un factor de su desarrollo económico, esto es de su desarrollo industrial.
33. De esta manera, en congruencia con la estrategia de transformación del MERCOSUR, sería de extraordinaria importancia la celebración de acuerdos de comercio e industria con China para el procesamiento industrial de las materias primas, en conjunto con la garantía de acceso, en un sistema de cuotas al mercado del gigante asiático. Esta alternativa estaría en perfecta consonancia con el objetivo del desarrollo de la economía que es la capacidad de transformar sus recursos naturales, de agregar valor a la producción, de crear empleos mejor remunerados, de elevar su nivel tecnológico y de integrar verticalmente sectores de sus economías.